sábado, 14 de febrero de 2015

> DO. Rueda: luces y sombras en torno a la verdejo






Sin duda es el vino de moda. De unos años a esta parte no hay quien no haya pedido en un bar "un verdejo de Rueda" para acompañar el aperitivo.

La DO. Rueda nació en 1980, se extiende por la provincia de Valladolid al sur del Duero y tiene el honor de ser la primera denominación de origen que se constituyó en Castilla-León. Sus suelos a 700-800 metros de altitud, son mayoritariamente cascajosos, pedregosos, con gran capacidad de drenaje, ricos en calcio y en magnesio. El clima puede considerarse continental, con fríos inviernos para la hibernación de la vid y cálidos días de verano con noches más frescas, perfectas para maduraciones lentas que permiten bajos contenidos en azúcar.

La variedad más extendida es la Verdejo, uva autóctona con más de diez siglos de historia en la región. El consejo regulador admite además el cultivo de otras castas blancas (Sauvignon Blanc, Viura y Palomino) y permite la elaboración de vinos en coupage, con algunas limitaciones porcentuales que son avaladas mediante el empleo en las botellas de contraetiquetas con las leyendas "Rueda", "Rueda Verdejo", "Rueda Sauvignon", etc. 

En la antigüedad la vendimia se realizaba de forma tardía, cuando las uvas rebosaban de azúcar, para obtener un vinos densos, grasos, dorados, con aires campesinos pero nobles y robustos, muy apreciados y valorados. Hoy los tiempos y los gustos del consumidor han cambiado, de manera que adaptándose a las modas, la vendimia se adelanta, la mecanización permite su realización en relativamente poco tiempo, incluso durante la noche, las fermentaciones se acortan y el resultado es un vino más ligero y ácido, más acorde con los gustos actuales. 


Situación geográfica de la DO. Rueda


Sin embargo, se han escuchado a lo largo del pasado año 2014 ciertas voces discordantes dentro de la DO. Rueda. Algunos productores han acusado al consejo regulador de anteponer la cantidad a la calidad, así como de permitir implantar en el mercado vinos de Rueda de coste medio-bajo, lo cual ha dejado en una situación de indefensión a aquellos productores de vinos de gran calidad y mayor precio. La situación se ha ido enredando con despidos en el consejo regulador, destituciones en el comité de cata y como colofón, la presentación de una denuncia ante la Junta de Castilla-León, todo muy poco edificante. Se trata de posturas enfrentadas con un difícil arreglo, la eterna duda entre vender poco y caro, o mucho y barato, dos modelos comerciales diferentes entre los que el consumidor debe elegir. La polémica está servida.

Marqués de Riscal, bodega pionera en Rueda

De alguna manera obligadas por la gran demanda comercial de los vinos blancos de Rueda, algunas bodegas de otras denominaciones de origen, han iniciado la comercialización de verdejos de Rueda, casi siempre comprando vino vallisoletano y etiquetándolo con su nombre. Incluso en los años anteriores a la creación de la denominación de origen, la bodega riojana Marqués de Riscal se asentó en Rueda, años más tarde le siguió Marqués de Griñón y después... la inmensa totalidad. Muy pocas son las bodegas de Ribera del Duero o de Rioja que no tienen tierras en Rueda, con el fin de completar sus catálogos con el vino blanco de moda, reconocido incluso a nivel internacional. La última en animarse ha sido Beronia, como parte de la expansión nacional del grupo jerezano Gonzalez Byass. Otras exitosas bodegas de La Rioja no han sido una excepción, y algunas como Bodega Clássica, Marqués de Cáceres y Cune comercializan con su nombre en toda España verdejos elaborados en Rueda. Algunos expertos consideran que la DO. Rueda está padeciendo un desarrollo desmedido, una hipertrofia productiva que le convertirá en un gigante con los pies de barro. Sólo tiempo lo dictaminará.


Cune Verdejo 2013

De una de esas bodegas riojanas con implantación en Rueda, catamos hace unas semanas un blanco 100% verdejo. El Cune Verdejo 2013 se presenta en botella bordelesa transparente, con corcho natural y cápsula de calidad media. La etiqueta es de un color verde tapete con letras doradas y apenas sin información. Visualmente en la copa es de un amarillo pajizo con reflejos verdosos. Limpio y brillante. En nariz predominan las flores blancas, frutas de pepita (pera, manzana verde), algún suave recuerdo cítrico y las esperadas notas herbáceas propias de la variedad. En boca es ligero, ricamente ácido, muy fresco. Persistencia media, final levemente amargo y recuerdo anisado. Nada novedoso, notas de cata de un verdejo, sin sorpresas.


Detalle de la etiqueta

Todo lo anteriormente expuesto nos lleva a una reflexión. La adquisición de una botella de verdejo de DO. Rueda es una valor seguro, ya sabemos de antemano lo que nos vamos a encontrar en la copa, no asumimos riesgo alguno, la verdejo (como el algodón) no engaña, tiene muchas virtudes y muy pocos defectos, y como el consejo regulador apenas permite leves divergencias tecnológicas en el proceso de elaboración, los resultados de unas y otras bodegas (disidencias al margen) son prácticamente similares. Por otra parte, en el otro lado de la balanza nos encontramos con que tenemos muy poco margen para la sorpresa, para la ilusión cuando nos dispongamos a catar un verdejo. 

¿O quizás dependa de la bodega?

Que cada uno forje su propia opinión.


jueves, 12 de febrero de 2015

> Primera cata organizada por Los Vinos Pausados


Material preparado para la cata



En nuestro permanente deseo de dar a conocer este maravilloso mundo del vino y el enoturismo a amigos, familiares y compañeros, hemos iniciado recientemente una nueva actividad, entre la diversión y la docencia: la organización de catas a domicilio.

Con la inestimable colaboración de un buen cliente (gracias, Antonio) fuimos invitados a casa de unos familiares suyos para impartir una charla que sirviera para sentar las bases de los conceptos más elementales en el campo de la enología. En una primera parte de la charla iniciamos a los asistentes en la elaboración, clasificación, modelos productivos y procedimientos de crianza de los diferentes tipos de vino. Durante la segunda parte proporcionamos nociones básicas de la técnica de cata, las fases de la misma, el descorche y el servicio del vino. La tercera parte, mucho más animada y práctica, sirvió para realizar la cata de seis vinos, todos ellos muy diferentes entre sí. Los asistentes tuvieron ocasión de catar un verdejo de Rueda, un chardonnay-macabeo de Cariñena, un tinto joven de Borja, un tinto roble de Ribera del Duero, un crianza y un reserva, ambos de Rioja.


Vinos catados

Al término de la cata, durante la merienda con la que nuestros amables anfitriones nos agasajaron, se efectuó algo así como una votación espontánea para designar al mejor vino de la tarde. A todas luces, y a tenor de los comentarios vertidos por los asistentes, la clasificación final quedó del siguiente modo:

1º- Ebeia Roble 2013 de Bodegas Portia (DO. Ribera del Duero) 
2º- Hacienda López de Haro Reserva 2008 de Bodega Clássica (DOc. Rioja)
3º- Jabalí Blanco 2013 de Bodegas Virgen del Águila (DO. Cariñena)
4º- Borsao Tinto Selección 2013 de Bodegas Borsao (DO. Borja)
5º- Tamaral Blanco 2013 de Bodegas Tamaral (DO. Rueda)
6º- Añares Crianza 2011 de Bodegas Olarra (DOc. Rioja)


Participantes

Antes de despedirnos, solicitamos a los asistentes que cumplimentaran una encuesta de calidad, y nos resultó muy grato constatar el elevado grado de satisfacción en general. Una de las cuestiones de la encuesta incidía en averiguar qué tipo de catas estarían interesados en realizar más adelante, y los resultados demostraron un gran interés en las catas por denominación de origen y en las catas por bodega, significativamente por encima de las catas por variedades de uva y las catas verticales. 

Tomamos nota para próximos encuentros igual de agradables, y esperemos que no muy lejanos en el tiempo.

Muchas gracias.



lunes, 9 de febrero de 2015

> Cata de Bodegas Pirineos en Tomevinos





Imagen promocional del evento



El pasado jueves tuvimos la oportunidad de asistir a la cata organizada por Tomevinos en Zaragoza y que fue protagonizada por los vinos de Bodegas Pirineos, pertenecientes a la DO Somontano.

Bodegas Pirineos puede decirse que son herederas de la antigua cooperativa de Barbastro, y representan por tanto a uno de los principales socios que constituyeron allá por 1987 la única denominación de origen de la provincia de Huesca. Cuentan con aproximadamente 1100 hectáreas de viñedo, repartidas en más de 900 parcelas, de ubicación muy heterogénea, y en ocasiones en íntima vecindad con otros cultivos, lo cual aporta a los vinos del Somontano una riqueza y variedad aromática difícil de igualar.

Las variedades de uva que se cultivan son numerosas, mayoritariamente foráneas (cabernet, merlot, chardonnay, shiraz, etc) pero año tras año se amplía el número de hectáreas destinadas al cultivo de variedades autóctonas, como la parraleta o la moristel. El rendimiento máximo no sobrepasa los 4000 kg por hectárea, para lo cual se acostumbra a realizar una "poda en verde" durante el envero, asegurando de ese modo la óptima calidad de la uva.

Desde el punto de vista empresarial, el accionista mayoritario de Bodegas Pirineos es la familia Barbadillo, propietaria de varias bodegas en España tras el desarrollo de su plan de expansión hace ya unos meses desde su origen jerezano. No obstante el 24% de Bodegas Pirineos sigue en manos de productores locales, y no es casualidad que dichas propiedades sean precisamente los viñedos más antiguos y de mayor valor, reafirmando el arraigo de la bodega a las tierras oscenses.


Alquézar Rosado 2013. Un caramelo...

Comenzamos la cata con un vino fácil y agradable, para abrir boca. El Alquézar Rosado 2013 se elabora con tempranillo y cabernet sauvignon, sometiendo a las uvas a una fermentación corta, cortísima de unas 12 horas. De esa manera se logran dos objetivos: el primero es conservar cierto grado de aguja natural sin adición de carbónico, frizzante diría de este vino un italiano. El segundo objetivo es dejar un resto de azúcar sin fermentar, lo cual consigue que este caramelo de frambuesa embotellado adquiera una golosidad increíble. En nariz predominan las fresas y grosellas, la acidez en boca es justo la necesaria y el final es dulce sin llegar a empalagar. Delicioso para tomar en el aperitivo, con ensaladas o pasta.

Años atrás el blanco de Bodegas Pirineos, con su antiguo nombre de Mesache Blanco, resultó galardonado en diversos certámenes. Su heredero en la actualidad es el Pirineos Blanco 2013, coupage de Gewurztraminer, Chardonnay y Sauvignon Blanc, vinificadas por separado y en proporción que no fue revelada por el representante de la bodega. De color amarillo verdoso, muy brillante, recuerda en fase nasal a flores blancas, cítricos y rosas, algo de fruta de pepita y muy escasamente a frutas de hueso. Muy perfumado. El postgusto es moderadamente largo y perfectamente podría acompañar a platos de pescado o incluso a carnes blancas.




Pirineos Tinto 2013.

Nuestro preferido de la cata fue el Pirineos Tinto 2013, mayoritariamente Merlot con un aporte Shiraz que redondea el conjunto. Pernocta 4 meses en barrica nueva y el resultado es excelente. Precioso color picota de capa media con ribete violeta, gran cantidad de lágrima no-pigmentada de rápida caída. Nariz de frutas negras (moras, cassis), canela, pomelo y hoja de tomate, guindas en licor y un recuerdo a hidrocarburo. En boca es pujante, enérgico, pero con un elegantísimo final. Fantástico vino y con una relación calidad-precio imbatible.

Las barricas seminuevas envinadas con el anterior vino, se destinan para la maduración durante 12 meses del Señorío de Lazán Crianza 2010, quizás el tinto más conocido de la bodega, ahora con una imagen exterior más moderna y actual, como bien demuestra la campaña publicitaria lanzada, pero sin perder un ápice de su identidad. Resulta del ensamblaje de tres uvas (tempranillo, merlot y cabernet) en una clara apuesta por el mestizaje y la variedad de aromas. Se presenta en la copa con un color cereza de capa media-baja y ribete granate. Lágrima pigmentada más abundante y de caída más lenta que el anterior. En nariz recuerda a cerezas, orejones, vainilla y otras especias blancas. Resulta algo más tánico y astringente, tal vez debido a la presencia de la cabernet, aunque sobradamente redondo e integrado.


Imagen publicitaria del Señorío de Lazán Crianza


Marboré 2006 es el "niño mimado" de la bodega. Coupage de 5 variedades (tempranillo, merlot, cabernet, moristel y parraleta), las dos últimas castas autóctonas en recuperación. Algunos expertos sugieren que la parraleta, por su tanicidad y poder pigmentante, recuerda a la mencía del Bierzo. Crianza durante 18 meses en barrica. Visualmente el Marboré 2006 es de capa media-alta con ribete ocre. Lágrima pigmentada, abundante y de lenta caída. En fase nasal despliega todo su contenido aromático, una paleta volátil favorecida por el ensamblaje multitudinario de variedades de uva. Ciruelas, moras, café, torrefactos, chocolate negro, especias, balsámicos. Hay de todo. Un vino muy complejo, para catar sin prisa, pues su capacidad de evolución en la copa nos aporta siempre algo nuevo en cada acercamiento.

En nuestra opinión, parece evidente la decidida apuesta por la renovación iniciada por los nuevos propietarios de Bodegas Pirineos. La imagen externa y los etiquetados así lo atestiguan, pero el verdadero cambio está en el interior de las botellas: son vinos modernos y atractivos, para llegar a todo el público, incluso al más joven. El de la renovación, es un camino ya iniciado por otras bodegas de la DO. Somontano, y es que los tiempos avanzan deprisa y renovarse es vital para esta pequeña denominación de origen con menos de treinta años de vida.