martes, 9 de junio de 2015

> Cata a ciegas de crianzas riojanos en Tomevinos







Sin lugar a dudas, los vinos riojanos más demandados y por tanto los más ampliamente consumidos son los crianzas, una categoría creada por la DOc. Rioja para dar amparo y, por qué no decirlo, también cierto prestigio nominal a aquellos vinos tintos a los que se les ha sometido a una estancia en barrica antes de su comercialización. La importancia y el peso de Rioja en el mercado nacional e internacional hicieron que otras denominaciones de origen rápidamente adoptaran asimismo este calificativo como un mecanismo de competencia con la exitosa denominación de origen riojana.

Las características que el consejo regulador de la DOc. Rioja exige para que un vino pueda ser calificado como crianza son estrictas y algunos productores opinan que las posturas del consejo regulador son abusivas e incluso algo inmovilistas. Las variedades de uva autorizadas son Tempranillo, Graciano, Mazuelo y Garnacha Tinta. Las técnicas de vinificación deben ser las permitidas por el consejo, las barricas deben ser de roble, con capacidad para 225 litros, barricas conocidas como bordelesas. La permanencia mínima en barrica debe ser de 12 meses, con posterior redondeo en botella durante un mínimo de 12 meses más antes de su comercialización. 



Como puede deducirse, se trata de normas muy rígidas, que sin embargo son abrazadas sin dudarlo por la inmensa mayoría de los productores, con la única finalidad de poder beneficiarse del deseado calificativo de crianza otorgado por el consejo regulador de DOc. Rioja, designación que por sí misma es capaz de abrir numerosos mercados. Aquellos elaboradores, digamos más díscolos, con las normas de la DOc. Rioja, han optado por comercializar lo que se conoce como "vinos de autor", un concepto actualmente algo agotado que ha sido su única salida para reinventarse y liberarse del encorsetamiento impuesto por el consejo regulador.



Vinos protagonistas de la cata

Una vez más fue en Tomevinos el lugar donde pudimos disfrutar de una cata a ciegas de cinco crianzas riojanos, todos ellos en un rango de precios comprendidos entre los 5 y los 8 Euros. Tres vinos monovarietales de Tempranillo y dos vinos con presencia mayoritaria de la uva reina riojana, aunque ensamblada con Graciano, Mazuelo y Garnacha en un pequeño porcentaje, constituyendo un coupage muy habitual en esta DO. El procedimiento fue el habitual en este tipo de catas: de antemano se sabían los vinos a catar pero no el orden de servicio de los mismos. Y con esas reglas, comenzó el juego...

Detallamos a continuación los vinos catados.

Hacienda López de Haro Crianza
Bodega Clássica (San Vicente de la Sonsierra)
Tempranillo, Graciano y Garnacha Tinta.
18 meses en barrica de roble francés y americano.
Picota de capa media. Ribete granate que insinúa teja. Ataque alcohólico. Muy intenso en nariz. Astringencia media-alta (madera nueva?). Largo postgusto (pimienta). Final ligeramente amargo. Tal vez demasiado ácido.

Ramón Bilbao Crianza 
Bodegas Ramón Bilbao (Haro)
Tempranillo 100%
14 meses en barrica de roble francés y americano.
Rojo algo violáceo de capa media-alta. Estrecho y poco expresivo en nariz. Recuerdo de bosque húmedo y desván. Fruta madura, algo escondida. Medianamente astringente (sobreextracción?) Proteína, y carne. Aromas fermentativos, algo incómodos.

Dinastía Vivanco Crianza 
Bodegas Dinastía Vivanco (Briones)
Tempranillo 100%
Maloláctica en tinos de roble francés. 16 meses en barrica de roble francés y americano.
Rojo cereza de capa media alta con ribete granate. Brillante y limpio. Suavemente alcohólico. Riqueza aromática media-alta. Muy interesante. Bastante especiado (canela, clavo). Muy redondo y elegante.

Azpilicueta Crianza
Bodegas Azpilicueta (Fuenmayor)
Tempranillo, Graciano y Mazuelo
12 meses en barrica de roble francés y americano.
Picota de capa media y ribete granate. Ligeramente alcohólico pero muy correcto. Nariz de intensidad media. Carne ahumada. Especias dulces (pimienta, canela). Suavemente astringente.

Viña Pomal Crianza 
Bodegas Bilbaínas (Haro). 
Tempranillo 100%
12 meses en barrica de roble americano.
Rojo picota de capa media-alta con ribete granate. Ataque algo alcohólico y acidez media. Vainilla, tostados. Algo reductivo (sudor, champiñón). Limpio. Fruta madura. Entrada dulce. Final amargo.





Finalizada la cata ciega de los cinco vinos, se nos reveló a los asistentes la identidad de cada uno de ellos. Todos tuvimos la oportunidad de autoevaluarnos como catadores-identificadores de vinos. Particularmente podemos decir que nos dimos por satisfechos con nuestras votaciones, aunque bastante alejados del pleno. Sin embargo, el consenso fue total entre todos los presentes al hacer pública la clasificación final de los vinos, en función de nuestros gustos y preferencias. El claro vencedor fue el Dinastía Vivanco Crianza, curiosamente el vino más caro de los catados, seguido a cierta distancia por el Azpilicueta Crianza. Entre el tercer clasificado y el cuarto casi se produjo un empate técnico, de manera que se acordó otorgar el último escalón del podium al Viña Pomal Crianza, quedando el Ramón Bilbao Crianza relegado al cuarto puesto. De nuevo se produjo una decisión unánime para dejar en quinta posición al López de Haro Crianza, probablemente algo lastrado por ser el vino más económico de los cinco.

Interesantísimo resultado, especialmente si se tiene en cuenta el estrecho rango de precios de los vinos catados, confirmando que pequeñas diferencias en lo económico tienen su traslación en las características de cada vino.

No siempre, pero en algunas ocasiones, el vino más caro resulta ser el mejor. En esta cata, así fue...