domingo, 17 de julio de 2016

> Cata Lagar D´Amprius con Balbino Lacosta en Tomevinos




Arrinconada en el sureste de la provincia de Teruel se encuentra la apenas conocida comarca del Matarraña. Sus sierras y montes, sus suelos y su vegetación de clara influencia mediterránea recuerdan a las cercanas tierras levantinas de las que apenas dista un puñado de kilómetros. En ese recodo del paraíso, unos enamorados de los vinos decidieron plantar, como quien dice hace cuatro días, varios viñedos de Garnacha, Syrah, Chardonnay y Gewürztraminer. En la actualidad esos jóvenes viñedos se encuentran todavía en plena progresión, sin embargo la expresión que sus uvas están alcanzando es absolutamente sorprendente, tanto en potencia como en complejidad aromática. Esa riqueza obtenida en la viña obsesiona a la bodega Lagar D´ Amprius durante la elaboración de sus vinos, como bien se demuestra en los largos periodos de maceración prefermentativa, las prolongadas permanencias sobre lías y la delicadeza de sus filtrados antes del embotellado, todo ello con la exclusiva finalidad de lograr condensar lo que el viñedo proporciona en el interior de una botella de vino.

Siempre es un placer acudir a las catas organizadas por Tomevinos, pero en esta ocasión aún más si cabe al contar con la presencia, la sabiduría y la oratoria de D. Balbino Lacosta. A modo de introducción al primero de los vinos, la cata comenzó con unas breves pinceladas acerca de los vinos alemanes elaborados con Gewürztraminer, incidiendo en las notables diferencias climatológicas y de exposición a la luz solar entre éstos y los españoles, características que influyen notablemente no sólo en la elaboración sino también en la perdurabilidad y evolución en botella. En ese sentido el Lagar D´Amprius Gewürztraminer 2013 es un vino "más alemán que español". 100% Gewürztraminer, se mostró de un amarillo dorado de capa alta, algo cerrado de inicio, pero muy floral una vez abierto (claveles y rosas marchitas). Monte bajo, hierbas aromáticas y frutas de hueso. Fondo de hidrocarburo, entre metálico y mineral difícil de interpretar. De gran complejidad y equilibrio en boca, tal vez algo pesado. Postgusto muy largo, casi eterno. Un Gewürztraminer diferente y con personalidad, que no hizo sino confirmar nuestras apreciaciones del año pasado detalladas en una entrada anterior.

Francamente interesante resultó el segundo vino de la cata. El Lagar D´Amprius Chardonnay 2014, monovarietal de Chardonnay de color amarillo dorado de capa media. Frutas de pepita muy maduras (manzanas, peras) y alguna de hueso (ciruelas). Más ácido que el anterior. Graso y untuoso en boca. Recuerdos mantequillosos y de bollería. Postgusto largo. Sensacional vino. Muy evidente, tanto en este vino como en el anterior, el trabajo sobre lías, vital para aportar esas sensaciones aterciopeladas en boca. Cierta polémica se levantó acerca del empleo o no de barricas en la elaboración de estos dos vinos blancos. El ponente y alguno de los asistentes opinaron que sí había habido paso por barrica. En nuestra humilde opinión, casualmente coincidente con la información proporcionada por la propia bodega en su página web, creemos que esas notas de panadería y ese componente untuoso proceden de la crianza sobre lías en acero inoxidable así como de la evolución en botella. ¿Quién está en lo cierto? ¿Alguna ayuda tecnológica no confesada? ¿Madera "alternativa" quizás? Sólo el enólogo tiene la respuesta a este enigma.


Vinos protagonistas de la cata



Enormes expectativas precedieron al descorche del primer tinto de la noche. El Lagar D´Amprius Syrah-Garnacha 2014 (65% Syrah, 35% Garnacha) se reveló de un color rojo picota de capa alta con ribete rubí. Fantásticos aromas a aceitunas negras y a confitura de tomate a copa parada. Frutas negras (moras, ciruelas). Astringencia media. Potente. Con recorrido en botella. Algo carente de redondeo. Muy interesante. En el resultado final, predomina la Syrah y apenas deja expresarse a la Garnacha. Quizás un ajuste en los porcentajes de cada variedad sería interesante en futuras añadas.

Concluimos la velada con una mini-cata vertical del monovarietal Lagar D´Amprius Garnacha 2013 y 2014. Color rojo picota de capa alta con ribete granate el 2013, algo reductivo de inicio. Frutas negras (moras, ciruelas). Pimienta negra. Excelente en fase nasal, defraudó sin embargo en boca, por su paso fluido y su escasa longitud en el postgusto. El 2014 sin embargo sedujo de principio a fin. Rojo cereza de capa media con ribete granate. Flores azules (lirios, malvas, violetas) y regaliz. Monte bajo y hierbas aromáticas. Frutas rojas y negras (moras, grosellas). Redondo y equilibrado. Postgusto medio-largo.


Foto de grupo con Balbino Lacosta

Después de asistir a esta cata, tomamos conciencia de que nos quedan un par de cosas pendientes. La primera de ellas es visitar el Matarraña tan pronto como sea posible para conocer de primera mano pequeños proyectos enológicos tan interesantes como Lagar D´Amprius o Mas de Torubio. Y la segunda de las anotaciones en la agenda es, sin lugar a dudas, no perder el contacto con D. Balbino Lacosta, inagotable fuente de conocimiento e información, todo un lujo para unos meros aficionados como es nuestro caso.

Como siempre... Gracias, maestro!



lunes, 4 de julio de 2016

> X Feria de los Vinos de Aragón en Montañana ( y II )




Tal y como adelantamos en la anterior entrada, la X Feria de los Vinos de Aragón en Montañana supuso un record en cuanto a número de bodegas expositoras. La inmensa mayoría de ellas contaban con la experiencia de ediciones anteriores y, probablemente por ese motivo, decidieron poner el acento en la presentación de sus nuevos vinos para este año 2016. Como es de suponer, no faltaron referencias conocidas y exitosas, tanto de bodegas grandes, el Tres Picos de Bodegas Borsao o el Garnacha Viñas Viejas de Bodegas San Alejandro serían claros ejemplos de vinos sólidamente implantados en el mercado, como también los vinos de bodegas más humildes, Mas de Torubio (Cloteta, Xado, etc) y Bodega DCueva DMonegros (Duna y Sed), sólo por poner algunos ejemplos. 


Galardones del Borsao Blanco Selección. Fuente: bodegasborsao.com


Por seguir un orden más o menos lógico, detallaremos a continuación nuestras opiniones agrupando los vinos catados no por bodegas, sino por tipo de vino.  Fueron numerosos los vinos blancos que tuvimos oportunidad de probar. Un viejo conocido acudió a despedirse de nosotros: el Borsao Blanco Selección, 100% Macabeo con 3 meses de barrica, vino que será posiblemente sustituido próximamente por un ensamblaje de Chardonnay y Macabeo en porcentajes desconocidos por ahora, información obtenida off the record varias semanas atrás gracias a nuestros contactos en dicha bodega. Por este año disfrutamos de su color amarillo pajizo y de su nariz de flores blancas, cítricos e hinojo. Ataque algo seco en boca, ligeramente dulce y moderadamente ácido. Bien equilibrado y refrescante con un atisbo salino. Hasta siempre, amigo... 


Etiqueta del Azzulo 2015


Imagen promocional del nuevo vino de Bodegas Aragonesas


En relación a otros blancos, como el Mingua Blanco de Bodegas Fábregas,  el Baltasar Gracián Blanco de Hielo de San Alejandro, el Xado Blanco de Mas de Torubio y el Duna de DCueva DMonegros ya hemos comentado sus virtudes en otras ocasiones, así que nos centraremos en un blanco novedoso de Bodegas Aragonesas. Precedido de una intensa campaña publicitaria y con una presentación original y refrescante, el Azzulo 2015 fue lanzado al mercado apenas unas semanas antes de esta feria. Un vino enormemente comercial, de baja graduación, destinado al público joven, particularmente al femenino, elaborado íntegramente con uva Macabeo. Amarillo pajizo muy claro, nariz floral y frutal a partes iguales. Mosto y almíbar. Dulce y ácido en su justa medida, con un resto de carbónico que le confiere gran parte de su atractivo. Final corto y poco evocador. Como las bicicletas, este vino también parece ser para el verano. Un producto muy de temporada y exitoso sin duda, a lo cual ayuda un precio de venta muy asequible. 


   


Nos adentramos en un territorio complicado: los rosados... En realidad sin mucha lógica nos fijamos como objetivo encontrar un rosado dulce y frutal que nos enamorara, un rosado "de toda la vida", con sus frutas rojas y su recuerdo a piruleta de fresa, y en ese sentido nos dejamos cortejar por los del Somontano. Bodegas Aldahara, Bodegas Laus y Bodegas Meler, monovarietales de Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon respectivamente, nos rondaron durante horas, sin lograr que les entregáramos nuestro corazón. Los dos primeros nos resultaron visualmente atractivos, interesantes en nariz pero algo planos en boca. El tercero fue de menos a más, mejor en fase gustativa que en olfativa y visual, siempre según nuestros gustos.


Próxima Estación Rosado 2015

Despechados y algo desilusionados buscamos consuelo en una zona geográfica limítrofe: el Alto Gállego, donde Bodegas Edra acaba de sacar al mercado un rosado muy especial, empezando por su nombre: Próxima Estación Rosado 2015. 100% Syrah, se elabora sin prensado, sólo por sangrado de la uva durante aproximadamente 2 horas. Con una producción aproximada de 2000 botellas supone una novedad en el catálogo de esta bodega que tuvimos ocasión de visitar hace tan sólo unos meses. De color rojo intenso, es casi como un tinto de capa baja, de hecho visualmente nos recordó a algunos tintos de Pinot Noir. En nariz parece algo reductivo de inicio, pero no es un defecto sino una característica propia. Poco definido en nariz, ni siquiera una vez atemperado. Desconcertante y sorprendente en una cata a ciegas. En boca es espectacular. Frutas rojas más que maduras (cerezas, ciruelas, guindas). Postgusto medio. Marcada acidez que invita a beber. Algo alcohólico. Potente y especiado. Muy gastronómico. Interesante y diferente.


Próxima Estación 2015. ¿Rosado o tinto?



Con Alex Ascaso de Bodegas Edra

Escasas sorpresas en el capítulo de vinos tintos. Es evidente el claro retroceso que han sufrido los monovarietales de uvas foráneas. Hace unos años las bodegas pugnaban por comercializar un Merlot, un Syrah o un Cabernet, indudablemente influenciadas por el mercado internacional. Esta moda pertenece al pasado y ya ha quedado atrás, al menos por el momento. El mercado actual aboga por poner en valor el territorio y el suelo, el terroir del que hablan los franceses, y en ese sentido se sigue apostando por la Garnacha, sola o en compañía de otras variedades tintas. Existen honrosas excepciones, como el Quinta Mazuela 2010 el cual tuvimos ocasión de probar, un vino enorme y poderoso, una obra de arte embotellada, elaborado en Cariñena en base a un coupage de Tempranillo, Merlot y Petit Verdot. Catado un poco apresuradamente, no pudimos disfrutar todo lo necesario de él, nos queda pendiente una visita a la bodega tal vez  el próximo otoño. Sin duda lo merece...


Segeda 2014


La única novedad interesante fue la encarnada por el  Segeda 2014 de Bodegas Augusta Bilbilis, vino de nuevo cuño del que ya tuvimos ocasión de hablar en la entrada anterior y que apuesta por un ensamblaje a todas luces exitoso. Garnacha y Syrah con un breve paso por barrica de roble francés y americano de tostado medio con un resultado que no puede ser más satisfactorio. Rojo cereza de capa media con menisco rubí. Frutas rojas, aceitunas negras, especias y caramelo de café con leche. Acidez muy interesante en boca, moderada astringencia nada exagerada. Un vino de interesante complejidad y con larga vida por delante. Para no perderle la pista.

Seguiremos informando...

Selfie de grupo durante la feria