jueves, 22 de octubre de 2015

> Bodegas Sommos (II): la visita






Hace poco más de diez años, si algún viajero dirigía su vista hacia el noreste, aproximadamente a mitad de camino entre las localidades oscenses de Barbastro y Monzón, no hubiera visto nada que le llamara la atención. Unas suaves lomas, en nada diferentes de otras colindantes, con algún campo de cultivo probablemente de cereal y poco más. En la actualidad, la imagen es bien distinta. Ya desde la misma carretera es posible divisar una imponente construcción de acero  y cristal rodeada de viñedos, formas geométricas nada caprichosamente distribuidas que conforman lo que algunos han bautizado como el "Guggenheim del Somontano" y que en realidad es el edificio central de Bodegas Sommos, una superposición de paralelepípedos en la que las líneas rectas imponen su ley. La construcción, obra del arquitecto riojano Jesús Marino Pascual, se divide superficialmente en tres naves radiales (elaboración, crianza y botellero), y decimos superficialmente porque es en el subsuelo donde la bodega tiene su auténtico corazón, un territorio vetado al común de los mortales en el que tan sólo la uva, el vino y la tecnología tienen cabida.



Viñedo casi otoñal

Selfie en el viñedo


El camino perfectamente asfaltado que asciende hasta el aparcamiento en una suave pendiente está elegantemente jalonado por viñedos plantados en espaldera, son parte de las más de 350 hectáreas propiedad de la bodega de las que procede la uva con la que se elaboran los prestigiosos vinos de Sommos. La totalidad de la superficie cultivada incorpora riego por goteo subterráneo. Las variedades internacionales (Cabernet, Merlot, Syrah, Pinot Noir, Chardonnay y Gewürztraminer) son mayoritarias, lógico en una bodega con una gran vocación exportadora, aunque conviven con castas autóctonas (Tempranillo, Garnacha, Moristel y Parraleta), estas últimas en un evidente guiño a la tradición y a los orígenes. Una última rampa curvada a recorrer a pie hasta la puerta de recepción de visitas, rodea un bonito lago artificial con su correspondiente surtidor ornamental. 



Recepción



Tienda



Sala de proyecciones


La zona de recepción es amplísima, un gran espacio diáfano que sirve de distribuidor hacia la sala de catas, la sala de audiovisuales, el acceso a la nave de elaboración, la tienda y el wine-bar. Nuestra amable guía, Noemí, nos condujo en primer lugar a la sala de proyecciones, un moderno cine en pequeño, donde pudimos visionar un moderno documental explicativo acerca de las principales técnicas de viticultura y elaboración, una filmación impresionante, superponiendo imágenes reales con explicaciones técnicas realizadas por ordenador, al más puro estilo CSI. Al inicio intentamos seguir las explicaciones técnicas, pero al poco tiempo, nos entregamos inconscientemente al mero disfrute visual y auditivo. Nos dejó boquiabiertos.



Vendimia nocturna. Fuente: bodegasommos.com

Sistema óptico de selección de granos. Fuente: Facebook de la bodega


Los avances tecnológicos son esenciales para comprender Bodegas Sommos. Por supuesto la vendimia es mecanizada, con despalillado automatizado en el viñedo, siempre nocturna para mantener baja la temperatura de la uva. Las bayas se trasladan en remolques de acero inoxidable, con el fondo en forma de uve para minimizar el aplastamiento de las mismas, y son rociadas con nieve carbónica (hielo seco) antes de cerrar el remolque para su traslado isotermo hasta la bodega. La selección manual de granos ha sido recientemente sustituida por una nueva máquina de selección óptica, de manera que las dos únicas acciones que se realizarán directamente por la mano del hombre en la vendimia del 2016 serán el aclareo de racimos previo a la vendimia y el batonage en barrica durante la segunda fermentación. Absolutamente todo lo demás estará automatizado, no es por tanto extraño que la plantilla de Bodegas Sommos no supere la docena de personas.



Sala de elaboración



Objeto volante identificado (OVI)


Accedimos por unas escaleras a un mirador que nos proporcionó una visión elevada de la sala de elaboración y la sala de barricas. Es lo más cerca que estuvimos de los vinos antes de ser embotellados. Todos los vinos de la bodega realizan la fermentación alcohólica en depósitos de acero inoxidable refrigerados mediante serpentines y camisas. La distribución del agua para dicha refrigeración se realiza de un modo curioso y discreto, mediante el empleo de unas conducciones tubulares de acero que se integran en las barandillas, algo verdaderamente original. La carga de los depósitos se realiza con la ayuda de OVIs (objetos volantes identificados) manejados por un puente-grúa dirigido por ordenador. Lo mismo puede decirse de los remontados de los vinos tintos, procedimiento similar al explicado en nuestra visita a Viña Real (Laguardia) en una entrada anterior. Para el prensado del sombrero se emplea una prensa neumática vertical, una suerte de airbag gigante que posibilita un prensado suave de los hollejos, sin romper las pepitas, minimizando así la transmisión al vino de sabores herbáceos. El piso inferior de la sala de elaboración no es visible ni visitable, y en él se alojan los depósitos de hormigón donde la mayor parte de los vinos realizan la segunda fermentación (maloláctica).



Sala de barricas



Existe una excepción, el Sommos Premium, vino top de la bodega, ensamblaje de Tempranillo, Merlot y Syrah, que fermenta en tinos de roble francés con capacidad para 16 toneladas de uva, para luego pasar a realizar maloláctica en barrica, con batonage 3-4 veces al día. Esta técnica se realiza en la planta superior de la sala de barricas, quedando la planta inferior destinada a albergar el grueso del parque de barricas de la bodega, unas 800 unidades, con un periodo medio de uso de 6-7 años. Todos los vinos de Sommos, en mayor o menor medida, tienen su correspondiente permanencia en madera. Para que dicha estancia sea más placentera, la luz es tenue y por unos altavoces suena música clásica. También con cierta frecuencia, se realizan nebulizaciones de agua sobre las barricas, con el fin de mantenerlas ligeramente húmedas para reducir las pérdidas por absorción de vino por parte de la madera de roble. 

Un último detalle tecnológico antes de continuar. El transporte de la barricas para realizar los trasiegos y las limpiezas, tampoco lo realiza la mano del hombre. De ello se encarga un robot inteligente denominado Irius Explorer, dirigido mediante ordenador, el cual es capaz de leer los códigos de barras identificativos de cada barrica. Tiene capacidad para transportar dos barricas simultáneamente, y para no extraviarse, se guía virtualmente por unos elementos decorativos llamados "antorchas", distribuidos por la sala de barricas, que en realidad son los sensores de dirección del robot. 



Viticultura de precisión


Para terminar, comentaremos dos avances tecnológicos más, en esta ocasión desde el cielo. Las 355 hectáreas de viñedo están plantadas de una forma impecablemente rectilínea, un logro espacial (y nunca mejor dicho) realizado con la colaboración de los satélites de geoposición que utilizamos en nuestros aparatos GPS y que también guían a las máquinas sembradoras de Sommos. El segundo avance tecnológico vuela algo más bajo. A finales del mes de junio, la bodega realiza unos vuelos con avioneta para tomar imágenes infrarrojas que se utilizan para completar un mapa de teledetección de maduración de las uvas y así determinar con antelación el orden a seguir durante la vendimia. Alucinante...



Jaulones de botellas. Club Premier


Entrada al restaurante


Por último, antes de pasar a la sala de catas, tuvimos ocasión de ver el denominado Club Premier, un rincón privilegiado del botellero de la bodega donde se guardan, conservan y protegen, los jaulones de botellas de los clientes más selectos. Existe también un espacio donde dichos clientes pueden degustar sus vinos. Se trata principalmente de grandes empresas, que en ocasiones señaladas o con clientes especiales, tiene a su disposición dichos vinos incluso para tomarlos durante las comidas que en el moderno restaurante de la bodega se celebran. 

En la próxima entrada, la información acerca de la cata.






2 comentarios:

  1. ¿Cuando montamos un viaje con Manolo y señoras a alguna Bodega Paco? Sommos me parece algo mágico

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    1. Desde luego, lo es... Y una visita la organizamos cuando quieras. Saludos!

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