domingo, 8 de noviembre de 2015

> Hallowine 2015







Los ciudadanos irlandeses que durante los siglos XVIII y XIX emigraron masivamente a Norteamérica intentando escapar de unas penurias económicas que amenazaban con devorarles, además de sus familias y sus escasas pertenencias, llevaron también consigo sus tradiciones. La ancestral cultura celta, ya celebraba en época prerromana una festividad en torno al final del verano, durante la cual se creía que era posible la comunicación entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Las máscaras y las ofrendas se utilizaban para honrar a los espíritus benévolos tanto como para apaciguar a los maléficos. Dicha celebración fue convenientemente adaptada por el Cristianismo para convertirse en lo que en la actualidad conocemos como Día de Todos los Santos y su víspera, la Noche de las Ánimas. Sin embargo, la festividad celta original fue derivando en las comunidades irlandesas emigrantes, sobre todo en Estados Unidos y Canadá, hacia una suerte de fiesta de disfraces apenas sin contenido espiritual, más tarde difundida y exportada "urbi et orbi" por la industria televisiva y cinematográfica estadounidense. En algo menos de dos siglos, una loable tradición había cruzado dos veces el Atlántico, y durante ese tránsito, con tantas idas y venidas, de lo que en origen llegó al Nuevo Mundo apenas ha regresado nada.



Cartel promocional del evento


Actualmente, la práctica totalidad de la civilización occidental celebra la festividad de Halloween, aún a pesar de la resistencia cada vez menos notable de todos aquellos que reivindican su derecho a honrar a sus ausentes en un ambiente de menos alboroto y de mayor introspección y respeto. Dicha celebración se ha convertido en un carnaval gigante y global, en el que quien no va disfrazado parece estar fuera de lugar. La única lectura positiva es que sirve para reactivar sectores como el turístico y el hostelero, así que no es de extrañar que el sector del vino haya sido también abducido y alienado por los espectros... De modo que, tal y como decía aquel proverbio oriental, decidimos unirnos al enemigo una vez descartada toda posibilidad de vencerle y acudimos a la feria Hallowine 2015 celebrada en el Centro Comercial Puerto Venecia de Zaragoza los pasados días 30 y 31 de Octubre.


Stands en Hallowine  2015



La distribución de los stands de las bodegas expositoras se realizó en torno a una carpa muy bien iluminada y con mesas repartidas donde poder catar los vinos, algo desangelada en el momento en que llegamos dada la escasa afluencia de público. Para poner en situación a los asistentes, la música ambiental como de banda sonora de películas de miedo parecía una adecuada elección, no así el volumen al que se emitía, en ocasiones incluso algo molesto. Al poco tiempo, alguna mente privilegiada se dio cuenta de que aquello no era imprescindible y la sustituyó  por el hilo musical tipo chill out del centro comercial, mucho más agradable para todos. Naturalmente, la decoración terrorífica estuvo más que presente: telarañas, calabazas, máscaras, sombreros de bruja y demás atuendos invadieron todos y cada uno de los stands de las bodegas. El mecanismo de adquisición de los vinos fue el similar a otros eventos de este tipo, mediante la compra de una copa conmemorativa y unos vales para canjear en cada stand.



Selfie durante la degustación bajo la carpa



Comenzamos nuestra personal peregrinación dirigiéndonos al stand de Bodegas Villa D´Orta (DO. Somontano) para volver a probar el 
Mi Blanco 2014, un blanco muy particular que ya nos sedujo en una cata anterior85% Chardonnay y 15% Macabeo. Precioso color dorado con ribete plateado, muy limpio y brillante. Original aroma fermentativo que recuerda a la sidra a copa parada, tal vez defecto, pero que le confiere a este vino una enorme personalidad. Intenso y aromático. Manzana, cítricos y frutas tropicales. Toffe y frutos secos. Untuoso y graso en fase gustativa. Maloláctica en barrica muy presente. Pujante y vivo, casi ligeramente efervescente. Moderadamente alcohólico. Postgusto levemente amargo. Muy gastronómico.



Stand de Bodegas Laus (DO. Somontano)


En busca de su afamado 700 ALT Blanco nos acercamos a la carpa de Bodegas Laus (DO. Somontano), vino que muy a nuestro pesar la bodega había decidido no incluir en esta feria, así que optamos por catar el monovarietal Laus Flor de Gewürztraminer. Visualmente amarillo pajizo con ribete verdoso. Brillante y limpio. Aunque poco expresivo en nariz, resulta más frutal (pera y manzana) que floral, a diferencia de otros Gewürztraminer de la misma denominación de origen en los que predominan las flores blancas y rosas. Mucho mejor en boca y al atemperarse. Corto final agradable. Vino correcto, bien elaborado, sin defectos, a pesar de no destacar por nada en concreto.



Stand de Bodegas Solar de Urbezo (DO. Cariñena)


Atraídos por la cordialidad y cercanía de D. Santiago Gracia, propietario de las Bodegas Solar de Urbezo (DO. Cariñena), aceptamos su ofrecimiento de volver a catar el Urbezo Rosado 2014, elaborado íntegramente con uva Merlot. Intenso color rojo fresa con ribete rosado. Ataque algo reductivo en nariz que desaparece al oxigenarse. Más floral que frutal, aparecen pétalos de rosa y otras flores. De cuerpo medio y fácil paso por boca, resulta en general muy redondo. Resulta más gastronómico ahora que en nuestra cata anterior, más adecuado para acompañar pescados o incluso carnes blancas que para tomar como aperitivo. Postgusto largo, ligeramente herbáceo, habitual en esta denominación de origen.

Donde se le recibe bien es donde mejor se encuentra un visitante, así que sin movernos del stand de Solar de Urbezo continuamos nuestra personal cata probando el Urbezo Gran Reserva 2007. Palabras mayores... 50% Garnacha y 50% Cabernet Sauvignon, interesante coupage el elegido para elaborar este vino de tan larga crianza, inédito para nosotros. 24 meses de barrica de roble seguidos de una larga permanencia de aproximadamente 5 años en botella. Muy recomendable decantar con antelación. Color picota evolucionado, de capa alta y menisco teja. Potente en fase nasal, muy serio y masculino. Frutas negras (pasas, ciruelas), higos y orejones. Guindas al marrasquino. Poderoso en boca, con abundancia de terciarios (tabaco, cueros) en fase retronasal. Licoroso y nada astringente. Para degustar sin prisas. Sólo para iniciados.


Etiqueta del Care XCLNT


Concluimos nuestra visita a Hallowine 2015 catando el Care XCLNT de Bodegas Care (DO. Cariñena) elaborado con 40% Garnacha, 40% Cabernet Sauvignon y 20% Syrah. Vendimia seleccionada con el fin de elegir los mejores frutos. Diseñado para estrenar barricas nuevas. Maloláctica en barrica y 16 meses de crianza. Rojo cereza de capa media-alta con ribete granate. Tal vez catado a temperatura demasiado baja, resultó poco expresivo en nariz. Frutas rojas y negras, sobre fondo balsámico y tostados. Muy potente en boca. Algo licoroso y moderadamente astringente. Tanicidad demasiado presente, quizás pendiente de redondearse en botella. A reconsiderar en futuras catas, tal vez acompañado de comida.

En resumidas cuentas, una nueva cita del mundo del vino, a un precio razonable y muy cerca de casa. Permite probar cosas nuevas, confirmar detalles de catas anteriores y, lo que es más importante, cimentar algo tan intangible como son las relaciones personales con gente que merece la pena conocer.










3 comentarios:

  1. Me tienes que contar un poco más de ese SOLAR DE URBEZO 2007 G.R de garnacha y cabernet que por lo que dices era GLORIA BENDITA!!!!!

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  2. Un señor vino... Yo no aconsejaría tomarlo con comida, mejor disfrutarlo solo y en silencio, quizás con algo de música y dejándolo respirar. Para catar sin prisas, mínimo 15 minutos para cada copa. Se le puede extraer múltiples aromas y cambia a cada rato. Probablemente uno de los vinos más complejos y ricos en matices que haya probado...Este sí que es un "vino pausado" ;-)

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  3. Ese lo probaré yo pues. Ya sabes que el vino de tomarlo, prefiero tomarlo solo (me refiero sin comida, mejor en buena compañía).

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