Después de haber tenido ocasión de catar algunos de sus vinos en eventos anteriores, por fin se nos presentó la oportunidad de asistir en Tomevinos a una cata monográfica protagonizada por El Grillo y la Luna, quizás la bodega con el nombre más curioso que jamás hayamos escuchado. Adscrita a la DO. Somontano es probablemente, por sus técnicas de laboreo, vinificación y elaboración, una de las bodegas con más personalidad dentro de la citada denominación de origen.
Desde el año 2007 elaboran sus vinos de la gama 12 Lunas, siguiendo las técnicas de la denominada "viticultura delicada" (mínimo empleo de herbicidas e insecticidas, cobertura vegetal en viñedo, rendimientos inferiores a 5000 Kg por hectárea, etc). Se realiza regadío muy controlado exclusivamente con el fin de garantizar la superviencia de la vid, evitando en la medida de lo posible desarrollos foliares demasiado frondosos que dificulten la insolación de las bayas. La vendimia se realiza de forma mecanizada, de madrugada más que nocturna, para aprovechar las horas más frescas en torno al amanecer y optimizar así el transporte de la uva hasta las instalaciones de la bodega. No llega a ser una viticultura biodinámica, pero la bodega bebe de esas mismas fuentes y aplica muchas de esas técnicas.
No obstante, el gran proyecto vio la luz en 2009. Ese año se comenzaron a elaborar las primeras de las actuales 30000 botellas anuales de la gama Grillo, integrada a día de hoy por tres vinos: Cri Cri Cri, Grillo y Grillo SP, éste último también conocido como Supergrillo. Absolutamente cada detalle es importante en el proceso de elaboración de estos vinos. La uva procede de las mejores parcelas, con bajos índices productivos para conseguir mayor carga cromática y aromática final. Obviamente se realiza vendimia manual, cada finca y cada variedad por separado. Se intenta retrasar al máximo el momento de vendimia, persiguiendo obtener unas uvas hipermaduras, lo cual supone asumir cada año elevados riesgos económicos en caso de climatología adversa durante la fase final de la maduración. A la selección de racimos en el viñedo le sigue la selección manual en bodega, literalmente grano a grano (!!). Siempre que es posible se intenta retrasar el inicio de la fermentación incluso hasta 5 días, mediante la adición de nieve carbónica, para garantizar la máxima extracción de aromas y colores. Una vez transcurridos los 7-8 días de fermentación se pasa a realizar un prensado muy suave, con la copa en la mano, el cual se detiene cuando las impresiones de cata del enólogo así lo indican.
Una última rareza, por lo inhabitual de la técnica, es la denominada "fermentación integral", consistente en introducir algunas de las uvas seleccionadas directamente en barrica para realizar en su interior la fermentación. Diariamente hay que rotar las barricas varias veces, lo cual supone un esfuerzo en mano de obra considerable. La persecución de la máxima calidad parece siempre ser el último, y puede que el único, fin de esta bodega. Ni que decir tiene que se trata de la única bodega dentro de la DO. Somontano que realiza este tipo de fermentación, más cercana a la elaboración artesanal que a la producción propiamente dicha.
Los vinos elaborados en El Grillo y La Luna son muy particulares. A ello contribuye sin duda la asesoría del renombrado enólogo francés Michel Rolland. La bodega no incluye en sus etiquetados la duración de los periodos de crianza y los coupages empleados son diferentes en cada añada, convirtiéndose por tanto en vinos únicos y personales, vinos de autor en el sentido más puro. Dispone de parcelas repartidas por toda la comarca (Barbastro, Artasona y Monesma), con diferentes tipos de suelos y orientaciones, elegidos en función de la variedad de uva a cultivar en ellos. La bodega se abastece de viñedos relativamente jóvenes, con una edad media entre 15 y 30 años, algunos propios y también de otros viticultores, siempre muy disciplinados, dispuestos a seguir fielmente las indicaciones del enólogo de la bodega, animados no sólo por la generosa forma de pago de las uvas (por hectárea, no por kilogramos) sino también por el reconocimiento social que supone para esos viticultores poder hacer gala de haber sido los responsables del cultivo de la uva con la que se han elaborado estos prestigiosos vinos.
A continuación detallaremos las notas de cata de los vinos que protagonizaron este interesante evento.
12 LUNAS BLANCO 2015
Chardonnay y Gewürztraminer (94-6)
Vinificación por separado. Sin paso por barrica, aunque con una sutil crianza sobre lías que le confiere cierta untuosidad que se manifiesta claramente en el postgusto. De color amarillo tenue, limpio y brillante. En nariz aparecen frutas de pepita (manzana, pera) y también tropicales (piña, albaricoque). Generosa acidez, lograda gracias a las habituales variaciones térmicas entre el día y la noche durante la fase final de maduración de la uva, característica propia del Somontano. Excelente en boca. Largo y muy agradable. Final con recuerdo a frutos secos y mantecado.
12 LUNAS ROSADO 2015
Syrah 100%
6000 botellas anuales. Se elabora con el sangrado y prensado delicado de la Syrah destinada a elaborar Grillo, hablamos por tanto de unas uvas de magnífica calidad. Visualmente es de un precioso color rojo fresa. Muy elegante en nariz incluso a copa parada. Fruta roja y negra (moras), embutido y pimentón, aromas habituales en esta sabrosa variedad de uva. Yogur de fresa y petit-suise. Marcada acidez. Algo carente de volumen y estructura. Final medio. Curioso por su originalidad. Encabeza la emergente tendencia en Somontano de elaborar rosados monovarietales de Syrah, con elevada carga cromática pero a la vez alejados de los ensamblajes Cabernet-Merlot-Tempranillo más habituales.
12 LUNAS TINTO 2013
Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Garnacha, Syrah (52-32-13-3)
Vinificación por separado. 9 meses de crianza en barricas seminuevas de roble francés. Rojo picota de capa media con ribete granate y escasa lágrima no pigmentada. Fruta madura, café y regaliz en fase olfativa. Muy prometedor en nariz. Astringencia media y paso demasiado fluido. Nos hubiera gustado un poco más de estructura. Postgusto medio-largo. Rico y bien especiado. Muy redondo. Interesante pero sin llegar a enamorar.
CRI, CRI, CRI 2012
Syrah y Garnacha (50-50)
Vinificación por separado. Maloláctica en barrica. 13 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés. Bonito color rojo picota de capa alta, con gran cantidad de lágrima muy pigmentada y ribete granate. Intensa fase olfativa. Ingente carga frutal, roja y negra. Mermelada de grosella negra, monte bajo y hierbas aromáticas. Coupage pionero en DO. Somontano. Algo licoroso. Astringencia media-alta bien integrada. Postgusto largo, ligeramente amargo y especiado. Excelente evolución en copa.
GRILLO 2010
Syrah, Cabernet Sauvignon, Garnacha, Merlot (44-35-14-7)
Vinificación por separado. Maloláctica en barrica. 13 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés. Visualmente de color rojo picota de capa alta con ribete que insinúa teja. Gran cantidad de lágrima bien pigmentada. Ataque algo reductivo en fase nasal, con recuerdos fermentativos, como de quesería. Cárnico, rico en aromas terciarios y abundante fruta negra muy madura, casi en mermelada. Agradece oxigenación o decantación. Para tomarlo sin prisas. Fino. Redondo. Equilibrado. Exquisito.
El Grillo y La Luna.
Inolvidables...
El Grillo y La Luna.
Inolvidables...
Nota:
En la redacción de la presente entrada se han utilizado imágenes compartidas en sus perfiles de Facebook por algunos de los asistentes al evento. Al tratarse de información pública no creemos que pueda existir ningún inconveniente. En cualquier caso queremos hacer constar nuestro agradecimiento a todos ellos.
Tardaré en probar un vino tan magnifico como Grillo. Como siempre Paco: ERES LA PERSONA QUE ILUMINA MI CAMINO VITIVINICOLA¡¡¡¡
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