domingo, 8 de mayo de 2016

> Notas de cata: Urbezo Crianza 2011


Etiqueta del Urbezo Crianza 2011



El vino es un ser vivo y como tal evoluciona a lo largo de su vida. Una vez embotellado, la microoxigenación que se produce a través del corcho tiene un efecto lento pero inexorable sobre las características organolépticas de todos los vinos. En las fases iniciales esos cambios contribuyen a ensamblar los distintos tipos de aromas y sabores, logrando que el vino se redondee y se vuelva más amable en boca. 

Resulta siempre muy interesante reservar alguna botella para reevaluar nuestras notas de cata varios meses después de haber probado un determinado vino, comparando nuestras apreciaciones de entonces con las de ahora. Por diversos motivos no es algo que logremos hacer muy frecuentemente, bien por no disponer de botellas guardadas, bien por no haber tenido la previsión de conservar las notas de cata previas. Sin embargo en esta ocasión la fortuna se puso de nuestra parte.

En nuestra primera visita a Bodegas Solar de Urbezo adquirimos dos botellas del Urbezo Crianza 2011. Como es lógico, la primera de ellas la descorchamos y catamos prácticamente nada más regresar a casa. El destino quiso que la segunda de ellas se quedara discretamente arrinconada en el interior de nuestra vinoteca, por supuesto en penumbra y a temperatura constante. Una reciente revisión de botellas y añadas la descubrió en su escondite, y nos permitió volver a catar de nuevo este vino con 7 meses añadidos de evolución en botella.


Contraetiqueta

El Urbezo Crianza 2011 se presenta exteriormente en botella bordelesa de color caramelo oscuro. Corcho natural (imprescindible para posibilitar la microoxigenación) y cápsula amarilla de calidad adecuada. Etiqueta correspondiente a uno de los cuadros pertenecientes a la colección de la bodega. Embotellado en Marzo 2013 y elaborado en base al ensamblaje de tres variedades tintas internacionales, como son la Syrah, la merlot y la Cabernet Sauvignon, con 9 meses de crianza en barrica de roble americano y francés. Como curiosidad diremos que el coupage es diferente en la añada 2012 en la que desaparece la Syrah. Premiado con Medalla de oro en Mundus Vini 2014 y en Berliner Wein Trophy 2013.

Visualmente es de un color rojo cereza de capa media con ribete teja, menos granate que en aquella primera ocasión. Conserva en nariz el ataque alcohólico a copa parada. Los aromas a fruta roja y negra de entonces se han convertido por completo en frutas negras muy maduras, casi pasificadas (higos, ciruelas, orejones). Toffe, vainilla, tostados y ahumados procedentes de la barrica se mantienen. Astringencia media en boca, menos marcada que en la primera ocasión. Bastante más equilibrado. Postgusto medio-largo. Más rico en terciarios y menos astringente, más modulado y evolucionado en relación a la cata anterior, podría decirse que más amable, especialmente en fase gustativa.

En resumen, un vino para disfrutar sin prisas. Más de dos años en botella bien merecen unos minutos de espera en la copa, porque vale la pena...





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