lunes, 1 de diciembre de 2014

> Eguren Ugarte (I): la familia


Entrada a Bodegas Eguren Ugarte


No es posible hablar de las prestigiosas Bodegas Eguren Ugarte de Páganos (Laguardia) sin echar un poco la vista atrás, como un siglo y medio aproximadamente, para apreciar el tesón y la dedicación de esta saga familiar en el cultivo de la vid, los cuidados y el apego por la tierra.

El fundador y alma mater de la bodega es Victorino Eguren Ugarte, pero la vinculación de la familia Eguren con la viticultura comenzó mucho antes y curiosamente por culpa del amor. A mediados del siglo XIX Anastasio Eguren, tatarabuelo de Victorino, en uno de sus viajes como comercial chocolatero, conoció a la que se convertiría más tarde en su esposa, y decidió trasladarse desde su Guipuzcoa natal hasta la riojana localidad de San Vicente de la Sonsierra. Por azares de la vida, años más tarde le fueron donadas unas viñas y así dio comienzo en 1870 la tradición vitivinícola de la familia Eguren. Sucesivas generaciones de la familia han ido agrandando y ampliando sus horizontes, hasta llegar al año 1957, fecha a partir de la cual Victorino Ugarte toma las riendas de la bodega. 






El carácter emprendedor de Victorino lo impregna todo incluso en la actualidad. Durante la realización del servicio militar en Vitoria, se le ocurrió que podría abrir un bar en la capital alavesa. Y lo hizo meses más tarde. Bueno, en realidad abrió más de uno. Llegó a contar con 14 bares repartidos por el caso antiguo de la ciudad. En la España de la posguerra, aquella decisión pudo parecer una temeridad, pero sin embargo tuvo éxito. Durante años fue un abnegado y exitoso empresario hostelero, humilde y trabajador. Mano a mano con su esposa Mercedes, ambos sirvieron cafés y vinos en sus bares de Vitoria, hasta que en el año 1957 Victorino toma la dirección de la antigua bodega de la familia Ugarte, traspasa todos sus establecimientos pero les impone a los nuevos propietarios una condición: el vino se lo deberán comprar a él. De ese momento en adelante, Victorino inicia un nuevo proyecto: el desarrollo comercial de la bodega, y no parece haberlo hecho mal, a la vista de los resultados obtenidos. Todas estas vicisitudes están recogidas en un libro escrito por Victorino, casi un diario de su vida.

El libro de Victorino, en un atril en la recepción del hotel

La última generación de la familia Eguren está integrada por los tres hijos de Victorino: Koldo, arquitecto responsable del diseño del precioso Hotel Eguren, Asun y Mercedes íntimamente vinculadas a la bodega.


Martín Cendoya (izda) y Anastasio (dcha)

En Eguren Ugarte la familia está presente en cada rincón de la bodega y del hotel. Varios ejemplos. Cada una de las 21 habitaciones del hotel lleva el nombre de un capítulo del libro de Victorino, el asador anexo a la bodega se llama Martín Cendoya en recuerdo del cuñado de Victorino, también se elabora un vino con el mismo nombre y aún hay otro vino, el de más alta gama de la bodega, que se denomina Anastasio, en memoria del tatarabuelo de Victorino que dejó la venta de chocolates por su amada riojana y dio inicio a esta estirpe de bodegueros. Hay fotografías, esculturas, dibujos de Victorino allá donde se mire, en la bodega, en los jardines, en el hotel... Una de las líneas de vinos que comercializa Eguren Ugarte fuera de la DOC Rioja, lo hace como Vino de la Tierra de Castilla, lleva el nombre de KAME, y no es casualidad que corresponda a las iniciales de los nombres de cada uno de los hijos de Victorino: Koldo, Asun y Mercedes Eguren. La familia lo es todo en Eguren Ugarte.


Vinos KAME en estuche de regalo

De lunes a sábado, sin excepción, es posible encontrar a Victorino ataviado con su inseparable gorra en las instalaciones de Eguren Ugarte. Cada mañana recorre la distancia que hay desde su domicilio en Vitoria hasta Páganos, porque siempre "hay algo que hacer". En la bodega y el hotel pasa todo el día, ocupado en esto o en aquello. No es infrecuente encontrarse con él acompañando a algún grupo de visitantes, charlando con alguno de ellos o construyendo algo: un calado, una escultura, un jardín... Lo que sea, lo importante es hacer cosas. Es algo inherente a su carácter, y por el momento lo sigue a rajatabla, gracias en parte a que su salud le acompaña. 


Manualidades de Victorino
Victorino con sus tres hijos. Fuente: web Eguren Ugarte



Y ese sentimiento que al visitante le embarga, como de "estar en familia" es denominador común en todo el personal de Eguren Ugarte, tanto en la bodega como en el hotel. El trato es cordial y cercano, la conversación amable y fluida, las explicaciones extensas y relajadas... Se tiene la sensación de ser un amigo de la familia, aunque se trate de la primera vez que se visita Eguren Ugarte. Sencillamente, deseas no marcharte de allí jamás.

En la siguiente entrada, hablaremos del hotel. Una auténtica delicia...


Jardín del lago (Eguren Ugarte). Al fondo, entrada al hotel y mirador

4 comentarios:

  1. Fue una pena no haber podido hablar con D. Victorino en persona. Me hubiera gustado intercambiar unas palabras con él y escuchar algún relato de su tan exprimida vida. Ya tenemos otro motivo para volver a su gran Hotel de Autor..

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    1. Ciertamente hubiera sido muy interesante hablar con él, pero para eso debemos regresar entre semana y con tiempo, porque Victorino los domingos guarda fiesta y tiene pinta de ser largo de conversación. Normal, con una vida tan vivida... a la fuerza tiene que haber mucho que contar.
      En breve otras dos entradas más sobre Eguren Ugarte, ésta ha sido sólo el aperitivo...

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  2. Ya supongo que sigue, ya, porque aún no has empinado el codo,...

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