miércoles, 8 de agosto de 2018

> Bal Minuta: la senda del tiempo




La despoblación es la más mortífera enfermedad para el medio rural. Esta epidemia se extiende por el campo aragonés y español de manera inexorable y afecta a los pueblos del llano igual que a los de las montañas. Si acaso en estos segundos la situación es aún más grave por las deficientes comunicaciones que necesitan de grandes inversiones en infraestructuras para atender las demandas de un censo poblacional relativamente pequeño, es decir, gastos elevados a cambio de pocos votos, un negocio nada rentable para ninguna administración local ni autonómica.


Indicador de altitud subiendo a Barbenuta

Al este de Biescas existe un valle elevado, con unas privilegiadas vistas de las caras sur del Valle de Tena. Su espina dorsal es el canalizado Barranco d´Os Lucas (lugares o localidades, en aragonés) que en su descenso desde Punta Erata desagua en el río Gállego después de realizar un salto de varios metros cerca de Orós Bajo, dando lugar a un idílico conjunto de cascada y badina, en una preciosa postal pirenaica. Las dos localidades a las que hace referencia el nombre del barranco son Espierre y Barbenuta, con diez siglos de historia a sus espaldas, como bien demuestran sus interesantes iglesias románicas, y ellas conforman este pequeño valle, este valle diminuto, la Bal Minuta, palabra aragonesa de la que toma el nombre la bodega que protagoniza el presente artículo. 

Cruce de caminos

Ambos pueblos están escasamente habitados en la actualidad, aunque durante los meses de verano, aprovechando una climatología más benigna, nos podemos encontrar con algún corrillo de venerables ancianos, estratégicamente sentados al sol a la sombra, según aconseje la temperatura ambiental. Se trata de moradores estivales que antaño fueron habitantes permanentes en aquellos pueblos y que ahora, una vez alcanzada la senectud, gustan de trasladarse al menos una temporada a aquellos lugares en los que jugaron siendo niños. Con los primeros fríos y las lluvias del otoño, no dudarán en echar el cerrojo a su casa de siempre y buscarán refugio, durante los meses más adversos, en núcleos urbanos con más comodidades y menos encanto. El paso del tiempo así lo determina...

Pilar y Ernest ante los cuadros que ilustran sus etiquetas

Para poder hablar de Bodegas Bal Minuta es imprescindible conocer a Pilar y Ernest, química e ingeniero agrónomo respectivamente, una simbiosis perfecta para dedicarse a la elaboración de vino. Esta historia en común comenzó durante sus estudios de enología, se asentó durante su estancia de trabajo en bodegas de la DOc. Priorat y terminó de fructificar -nunca mejor dicho- con la creación de su propia bodega en Barbenuta. De hecho, ellos y sus dos hijos son los únicos habitantes fijos de Barnebuta, sin olvidar a Fita -su perra- y a Rayito -su gato- espíritus de cuatro patas, libres y peludos.  La rehabilitación de una antigua construcción de piedra ha dado finalmente lugar a una preciosa casa, tradicional en su aspecto exterior pero con todas las comodidades de una vivienda moderna. En realidad la bodega propiamente dicha no está en Barbenuta sino a las afueras de Biescas y forma parte de un conglomerado de pequeñas empresas agroalimentarias en el que además de la bodega existe una quesería, un obrador de miel y un elaborador de licores. Pilar y Ernest compaginan en la actualidad la elaboración de vino con la actividad de su empresa de jardinería y mantenimiento, aunque donde verdaderamente se les ve disfrutar es en el viñedo.

Pilar entre sus viñas

Bodegas Bal Minuta cuenta con viñas en propiedad en Barbenuta aunque se están especializando en recuperar viñedos de altura en régimen de arrendamiento. En este sentido, gestionan viñas en el Valle de Arán en Lérida, además de otras parcelas en la provincia de Huesca, concretamente unas Garnachas de entre 70 y 100 años de edad, plantadas en vaso y probablemente prefiloxéricas en el Valle de Hecho, así como 1,5 hectáreas de un viñedo mestizo (Sauvignon Blanc, Chardonnay, Merlot y Tempranillo) en la localidad de Rapún cerca de Sabiñánigo. Los dos viñedos propios situados en Barbenuta se conocen como "La Viñuala" y "San Chus". 


"La Viñuala" y sus silenciosos vecinos

Viñedo experimental

"La Viñuala" se ubica justo al lado de la tapia del cementerio que comparten Espierre y Barbenuta, una curiosa localización que sin embargo no parece molestar ni a vivos ni a muertos. Este es el viñedo familiar de los abuelos de Pilar, reconvertido en espaldera, y en él crecen plantas de dos variedades tintas (Cabernet Franc y Pinot Noir) y dos blancas (Chardonnay y Riesling) conviviendo con otros cepajes centroeuropeos en cultivo experimental para determinar su idoneidad y adaptación a este terreno. Toda la superficie del viñedo está cubierta por mallas de protección, no tanto por los pájaros como por el sol, abrasador en especial para alguna variedad de hollejo fino como la delicada Pinot Noir. En la actualidad Bodegas Bal Minuta colaboran también con el CSIC en un proyecto de tres años de duración, destinado al análisis y la recuperación de vides de montaña, la mayoría de ellas desconocidas. Habrá que esperar para ver qué resultados arrojan dichos estudios genéticos.


Viñedo de Gewürztraminer a 1300m

Viñas, pinos y Punta Erata al fondo

En "San Chus" la única variedad cultivada es la Gewürztraminer. Plantada en espaldera a unos espectaculares 1300 metros, es sin duda el viñedo cultivado a mayor altitud de toda la Península Ibérica. A esa altura, a pesar de la elevada pluviometría media y de la riqueza del suelo, el desarrollo de las vides es lento y la maduración de las bayas tardía. No es extraño que la vendimia se retrase hasta finales de Octubre o incluso algo más. El marco de plantación escogido, así como la acción de los animales (corzos, cabras, aves) han obligado este año a un esfuerzo adicional en vallados y mallas protectoras. Viticultura extrema y pionera en un lugar donde nunca antes hubo viña, con elevados riesgos aunque -por fortuna- prácticamente libre de plagas. En palabras de Pilar, "cada año tenemos el reto de seguir aprendiendo de nuestro viñedo". Aprendiendo y disfrutando, porque desde allí las vistas son absolutamente impresionantes. El lugar no puede ser más hermoso: colgado en una ladera, inaccesible salvo a pie o en vehículo todoterreno, con muros de pizarra y rodeado por vegetación de montaña como el boj o el erizón. En invierno el frío y la nieve, en verano el sol y el viento, son sus fieles acompañantes. Y el silencio... ese silencio que sólo se percibe en el medio natural, cuanto más al límite mejor. El hombre moderno debería esforzarse en volver a disfrutar de ese silencio.



Etiquetas

Por el momento, a la espera de quizás más hectáreas de viñedo, Bodegas Bal Minuta elaboran tres vinos tranquilos y un espumoso. Con el pegadizo nombre de El Vino de las Nieves comercializan un blanco y un tinto sin crianza. No pertenecen a ninguna DO ni IGP, de modo que la legislación no les permite incluir en sus etiquetas las variedades utilizadas, tampoco la añada ni la procedencia de las uvas. La lectura positiva es que gozan de las más absoluta libertad a la hora de elaborar. Ambos vinos representan el grueso de las ventas y su presentación externa en botella borgoñona de gran calidad así lo respalda. Las etiquetas son reproducciones de dos obras de un artista gráfico llamado Ricardo Montoro, guía de montaña y apasionado del Pirineo. Como no podría ser de otra forma, los cuadros originales ocupan un lugar privilegiado en el salón de Pilar y Ernest. En el cultivo de la vid se sigue el máximo respeto medioambiental, el cual incluye algunos tratamientos preventivos inspirados en las teorías biodiámicas. Por supuesto la vendimia es manual en cajas y las vinificaciones se realizan por variedades y por parcelas. 


Viña Balén 2017 durante su crianza en barrica

Botellas de Espumoso de las Nieves

El crianza Viña Balén es un monovarietal de Garnacha del valle de Hecho con permanencia en barrica de roble francés de 400 litros para preservar toda su carga frutal. Es una constante en todos los vinos de Bal Minuta la necesidad de una prolongada oxigenación en copa, incluso decantación en algunos casos, para poder ser disfrutados en plenitud. Son vinos para saborear sin prisas, a la velocidad a la que la vida fluye en este rincón del Pirineo oscense. Incluso el exclusivo Espumoso de las Nieves, monovarietal de Riesling -cuya elaboración es para Ernest algo así como un innegociable secreto de familia- debe ser considerado como un ser vivo y dos curiosidades lo confirman. En primer lugar, es muy sensible a periodos prolongados de refrigeración, apareciendo en esos casos algún precipitado de tartárico. Se aconseja por tanto mantenerlo a temperatura constante y refrigerarlo sólo inmediatamente antes de su consumo. En segundo lugar, en algunas botellas, particularmente aquellas que se descorchan en lugares por encima de los 800 metros de altitud, aparece un exceso de burbujas que indudablemente tiene que ver con la diferencia de presión entre el interior de la botella y la presión atmosférica. En nuestra opinión, debería comercializarse con manual de instrucciones o al menos con recomendaciones de consumo, describiéndose tales fenómenos no como defectos, sino como características propias de este original vino que a nadie deja indiferente.


Fita despidiéndonos desde el balcón

Bodegas Bal Minuta, un encantador proyecto vital y empresarial de los que enamoran desde el primer momento. Y no sólo -que también- por la calidad de sus vinos, sino por la dificultad añadida que tiene el reto al que se enfrentan Pilar y Ernest. La decisión de fijar su hogar en Barbenuta para estar cerca de sus viñas les convierte en unos modernos colonos, ojalá que los primeros de muchos otros, para que el medio rural abandone el camino de la despoblación y regrese a la senda del desarrollo, regrese a la senda del tiempo...

NOTA: Dice el refranero español que "de bien nacidos es ser agradecidos", así que es de justicia incluir en este artículo el enlace a la canción que nos ha inspirado durante la redacción del mismo y de la que hemos tomado prestado el título.





2 comentarios:

  1. Bonito artículo y bonita (aunque triste) canción, de cuando no estaba de moda,...el reguetón...

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    1. Estamos de acuerdo en que musicalmente cualquier tiempo pasado fue... muchísimo mejor!

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