Desde luego fue un gran evento este Salón Peñín de los Vinos de Aragón, con un excelente resultado para ser la primera vez que se realizaba en tierras aragonesas. Aunque experiencia no les falta, es indudable la capacidad organizativa del personal de Peñín en estos menesteres, lo cual sin duda estuvo favorecido por el decidido y firme respaldo que el Gobierno de Aragón -a través de la Dirección General de Innovación y Promoción Alimentaria del Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación- prestó desde el primer momento promoviendo la celebración de esta jornada -sin coste alguno para las bodegas ni para los asistentes- y cediendo además el bonito marco de la Sala Goya del propio Departamento, que si bien por momentos pudo resultar algo angosta, dio sobrada respuesta a las expectativas de todos.
El proceso de inscripción a través de la página web de la Guía Peñín resultó bastante sencillo. El hecho de tratarse de un evento destinado en exclusiva a profesionales del sector agilizó mucho las cosas, si bien se produjeron ciertas situaciones incómodas al limitar la organización el número total de inscripciones, denegando algunas solicitudes incluso a personas acreditadas con anterioridad para otros eventos organizados por Peñín. No obstante, una vez vistas las dimensiones de la sala cedida por el Gobierno de Aragón, esa limitación en las inscripciones cobra todo su sentido. Del mismo modo, alguna bodega un tanto distraída en los trámites también se quedó sin representación. Es muy probable que haya más oportunidades en el futuro, sin ir más lejos el próximo mes de Octubre -en día y lugar aún por concretar- mes en el que está previsto repetir este evento en Madrid, perfecto escaparate para dar a conocer los vinos aragoneses a España y al mundo.
De modo que en el último lunes del mes de Marzo, abrió sus puertas el I Salón Peñín de los Vinos de Aragón. Medio centenar de bodegas con más de 200 referencias recibieron a sumilleres, profesionales del sector y prensa especializada. Conocedores como somos de muchos de los vinos aragoneses, centramos nuestra atención -a lo largo de las seis horas que duró la muestra- en aquellos vinos menos habituales o con ediciones más limitadas, así como en algunas bodegas por descubrir, sin olvidar las nuevas añadas de vinos ya catados con anterioridad, porque siempre es aconsejable seguir su trayectoria y evolución. Dividimos la jornada en mañana y tarde, destinando la primera parte a catar espumosos -siempre nos gusta comenzar con burbujas- blancos y rosados, dejando la segunda mitad exclusivamente para vinos tintos. Intentamos en la medida de lo posible, realizar la cata por variedades, lo cual nos obligó a numerosas idas y venidas desde un stand a otro, así como unas cuantas disculpas con los representantes de las bodegas al declinar sus invitaciones para catar otros de sus vinos.
Detallaremos a continuación nuestras notas de cata y opiniones acerca de los vinos que tuvimos ocasión de analizar, la mayoría de manera algo apresurada, pero el formato showroom del evento no permitía hacerlo de otra forma. Como hemos dicho, iniciamos nuestro recorrido entre burbujas -quizás el tipo de vinos aragoneses menos apreciados- en el stand de Finca Valonga catando su TERESA 2022, espumoso monovarietal de Chardonnay con 11 meses de crianza en botella, equilibrado, agradable y con el carbónico bien integrado. Interesante. Lo enfrentamos -cruelmente- con unos de los mejores espumosos aragoneses, el REYES DE ARAGON RESERVA BRUT NATURE de Bodegas Langa, Chardonnay y Macabeo con 20 meses en botella, cremoso, complejo y muy elegante.
Continuamos con los más bien escasos monovarietales de Sauvignon Blanc, una variedad poco cultivada en tierras aragonesas, siendo en la DO Somontano donde más arraigo parece haber experimentado. De allí catamos dos vinos, el BRESQUE SB 2023 de Bodegas Valdovinos -sin crianza, muy varietal en nariz, herbáceo y tropical a partes iguales, atractivo en nariz aunquealgo más cálido de lo esperado en boca- y el SOMMOS COLECCIÓN SB 2023 de Bodega Sommos, igualmente sin crianza, mineral, cítrico, fresco y con mejores sensaciones en boca que en nariz. Misma variedad, misma zona, similar elaboración y dos vinos completamente diferentes. La altitud y el tipo de suelo parecen marcar las diferencias. Curioso.
Más sencillo nos resultó localizar unos cuantos monovarietales de Macabeo, variedad abundante en Aragón aunque no terminamos de creer en ella, pues seguimos pensando que no tiene la voluptuosidad en nariz de otras castas blancas y que en boca son vinos poco expresivos. Nada más lejos de la realidad. Y para muestra, el ALBADA 2024 de Virgen de la Sierra (DO Calatayud) -Macabeo sin crianza, frutas de pepita y de hueso, muy aromático y limpio. Agradable, completo y muy versátil- y también su vecino, el BALTASAR GRACIAN EL ORÁCULO 2022 de Bodegas San Alejandro (DO Calatayud), Macabeo también sin crianza, muy varietal en nariz, graso y sabroso en boca. Excelente, posiblemente nuestro favorito de todos los monovarietales de Macabeo catados. El MICROCÓSMICO 2023 de Bodegas Frontonio (IGP Valdejalón), igualmente Macabeo sin crianza, nos resultó más frutal que floral, grácil, poco voluminoso y mejor en nariz que en boca, algo más de volumen le vendría bien. Muy diferente, por procedencia geográfica y por incorporar otra variedad blanca como la Alcañón, nos pareció el blanco LA MALPREGONA 2021 de Origen Viticultores (DO Somontano) Macabeo y Alcañón sin crianza, fresco y herbáceo, con marcada acidez y tensión. Agradable, ligero, muy correcto para copeo, de trago largo, sorprendentemente joven a pesar de tratarse de una añada algo atrasada, mérito de la acidez que aporta la Alcañón y que le confiere una guarda excepcional. Nada que ver con los anteriores, por intenso, poderoso incluso algo apabullante por sus notas de crianza, el ANAYON MACABEO BLEND de Grandes Vinos y Viñedos (DO Cariñena) se trata de un ensamblaje de 4 añadas de Macabeo con crianza en diferentes tipos de roble -francés, americano y navarro- con tiempos de permanencia en barrica sin concretar. Un vino casi anecdótico, casi experimental. Muy gastronómico, sólo disponible en formato magnum y claramente destinado para hostelería. Para conocerlo.
Con la Garnacha Blanca nos sucedió todo lo contrario. Esta variedad que hasta hace unos años estaba casi desaparecida, en la actualidad sigue incrementando el número de hectáreas cultivadas y la oferta comercial de vinos elaborados con ella es amplia y variada. Predominan los monovarietales, como LAS MARGAS BLANCO 2023 de Bodegas Bodem (DO Cariñena) -Garnacha Blanca, sin crianza, con notas de frutas de pepita, flores blancas y tomillo, cremoso y amable en boca- y también el LIBRE Y SALVAJE 2022 de Bodegas Libre y Salvaje (DO Cariñena) con sutiles notas de crianza, fruta de pepita, flores amarillas y pimienta blanca. Redondo, largo, elegante. Sin duda la mejor Garnacha Blanca de la muestra. En el mestizaje de Garnacha Blanca ensamblada con otras variedades catamos el XADO 2024 de Mas de Torubio (IGP Bajo Aragón) ensamblaje con Sauvignon Blanc -correcto, alegre y fresco- también su hermano mayor el LO POU BLANCO 2023 -monovarietal, cariñoso,amable y graso- así como el OXTE BLANCO 2024 de Bodegas Bodem (DO Cariñena) Garnacha Blanca y Macabeo sin crianza, con notas de frutas de pepita y herbáceos, prácticamente recién embotellado, todavía algo nervioso y que con certeza mejorará en botella.
Siguiendo con nuestra búsqueda de otras Garnachas Blancas, dimos con el stand de Mas de Llucía (IGP Bajo Aragón), bodega boutique del Matarraña de la que no teníamos conocimiento y que forma parte de un complejo enoturístico en el que destaca un hotel de lujo llamado Torre del Marqués. Elaboran vinos blancos y tintos, aunque con las prisas habituales en este tipo de eventos, sólo pudimos catar sus dos blancos, LAS TRES HERMANAS 2023 monovarietal de Garnacha Blanca con 4 meses de crianza en roble francés -intenso, gastronómico, muy maduro, cálido e incluso algo tánico- y LO FOC 2023 Garnacha Blanca y Macabeo, con sutiles notas de madera y frutas de pepita, muy correcto aunque sin llegar a enamorar.
Y para concluir nuestro viaje durante la mañana, una última Garnacha Blanca vinificada como si fuera tinta, manteniendo el mosto en contacto con los hollejos y realizando remontados -lo que viene a ser un orange wine tan de moda últimamente- concluyendo por si fuera poco con una crianza en barrica de roble francés durante 6 meses. Nos referimos al PALMERI EVA 2022 de Bodegas Palmeri Sicilia (DO Campo de Borja), una bomba nuclear de aromas concentrados que requiere de varias horas para descubrirlos -algo imposible en un evento como el que nos ocupa- opulento, grande, inmenso, licoroso, indescriptible e incluso puede que desmedido. Nos vimos claramente desbordados durante su cata y nos rendimos ante la fuerza de la naturaleza de Eva.
Durante la segunda mitad de la jornada, el protagonismo fue para los tintos, mayoritariamente garnachas -lo más habitual en el viñedo aragonés- aunque algún verso libre tuvimos oportunidad de catar. Primera escala en el stand de Bodegas Gil Pejenaute (DO Campo de Borja) para conocer sus tres vinos monovarietales de Garnacha procedente de 7 hectáreas de viñedo a 800 metros de altitud en la localidad de Tabuenca y elaborados con todo el mimo que un viticultor experimentado como Javier Gil puede desplegar. Su vino de inicio de gama es el TABUCA 2022 Garnacha sin crianza, frutal, floral y fresco, un vino muy atractivo. Su hermano mayor, el PILAR DEL CERRO 2023 se elabora con las uvas de una sola parcela y realiza crianza en un depósito ovoide de gres, prometedor aunque todavía falto de redondeo y complejidad. Finalmente, LAS PARADAS 2020 alcanza la cima dentro del catálogo de la bodega, igual que los anteriores se trata de un monovarietal de Garnacha con crianza en barrica de roble francés, muy perfumado -frutas rojas, granada y monte bajo- fino, elegante y complejo. Una maravilla.
Nuestra innata curiosidad nos hizo recalar en el stand de Bodegas La Cerrada (DO Calatayud) propiedad de los hermanos Javier y Jesús Temprado con más de dos décadas de experiencia en la elaboración de vino. En realidad la bodega inició su actividad comercial hace relativamente poco tiempo -desde el año 2019- apostando por la elaboración más tradicional de monovarietales de Garnacha procedente de las parcelas de viñas viejas en Morata de Jiloca con las que la familia Temprado lleva elaborando sus vinos desde hace más de un siglo. Catamos del tirón, uno tras otro, los cuatro tintos que acertadamente comercializan con el nombre de Vinos Atrevidos -1931 NATURAL 2019, 1931 NATURAL 2020, DORA PEÑIN NATURAL 2019 y MARIA LA BALTASARA 2020- cada uno de ellos procedente de un viñedo diferente, elaborados sin intervención y sin adición de producto alguno, de carácter un tanto rústico, frescos, frutales y herbáceos, nada dóciles aunque no violentos, moderadamente astringentes, vinos de los de toda la vida y -según nos dijeron los hermanos Temprado- "vinos como los que le gustaban a nuestro abuelo". Sus elaboraciones se salen de los gustos comerciales habituales, apostando por la tradición, la honestidad y la sinceridad. Una propuesta muy meritoria y diferente. Nuestra más sincera enhorabuena.
A media tarde optamos por hacer una breve pausa de descanso entre los tintos y dicho inciso nos llevó hasta el stand de Bodega Tío Nicasio, proyecto empresarial de la localidad de Castejón de Valdejasa con diversas facetas dentro del sector agroalimentario: cereal, almendra, aceite de oliva, escabechados y vinos. Hace unos cuantos años empezaron a comercializar -con poco éxito- dos tintos rudos, agrestes y difíciles, que a punto estuvieron de forzar el abandono de la elaboración vinícola. Por fortuna, un reciente cambio en la dirección técnica -a cargo ahora de Juanma Gonzalvo- ha servido para reconducir la situación hacia vinos más modernos y agradables. Tal es el caso del VALDEJASA ROSADO 2023 -color rosa tenue, actual y atractivo, con aromas a frutillos rojos, frutas de hueso, marcada acidez y final agradable- y el tinto LAS VIÑAS HUÉRFANAS TINTO, una Garnacha honesta, vino de viña mestiza, mayoritariamente Garnacha, pero que convive con otras variedades tintas e incluso alguna blanca, frutas rojas, chucherías y lácticos. Comercializan dos tintos más, ambos con permanencia en barrica, que todavía guardan cierto parecido con aquellos otros que se dejaron de elaborar. Sólo el tiempo dictaminará cuál de las dos líneas es la más acertada.
Sin cambiar de enólogo -aunque sí de bodega- catamos la gama básica Terrai Viñas Viejas OV (old vines) de Bodegas Covinca (DO Cariñena) que agrupa tres monovarietales -Cariñena, Garnacha y Tempranillo- identificables cada uno de ellos por la última letra de su nombre. TERRAI OVC es un 100% Cariñena con crianza de 6 meses en roble francés, rico en flores azules y guindas, fresco, algo licoroso aunque no cálido, muy original. TERRAI OVG es un monovarietal de Garnacha con 3 meses de breve paso por barrica de roble americano y francés, todo frutas rojas, vainilla y caramelo, muy correcto aunque menos sorprendente que el anterior. Finalmente TERRAI OVT se elabora con Tempranillo y tiene idéntica crianza que Terrai OVG, destacando en nariz las ciruelas y las moras, resulta suavemente especiado y con tanino presente pero nada molesto. Grata sorpresa, particularmente el Terrai OVT, rara avis este resultón Tempranillo entre tanta Garnacha. Los tres muy correctos -con esa suave crianza en barrica de roble nada invasiva y tan respetuosa con la variedad- y con una excelente relación calidad-precio.
El reencuentro con José Antonio Ibarra -meses después de aquella inolvidable jornada en Daroca- resultó tan agradable como inesperado. Locuaz y cercano como siempre, nos animó a catar los vinos elaborados por su hija Patricia, galardonada con el premio al mejor expediente en Enología en el año 2021 por la Universidad de La Rioja. Dos tintos monovarietales (DO Calatayud) de producción muy limitada han sido los primeros en ver la luz con la firma de Patricia Ibarra. El SEGEDA GARNACHA nos regaló una macedonia de frutas rojas y hojas de menta en nariz, fino, redondo, sutil y fresco en boca, un vino muy disfrutón. Por el contrario, el perfil del SEGEDA SYRAH nos llevó más a frutas negras -moras, cassis- potente, intenso y mineral en boca, un vino que apunta muy alto y ganará aún más en botella. Para no perder de vista, una pena que haya tan pocas botellas.
Llegado este punto, decidimos tomarnos un respiro y acercarnos a catar tres tintos de la IGP Bajo Aragón que ya son viejos conocidos nuestros. LO POU TINTO 2023 de Bodega Mas de Torubio (Cretas) -monovarietal de Garnacha Peluda con delicada crianza en barricas de roble y tinajas de arcilla- se manifestó muy aromático y fragante, aunque algo nervioso, marcada acidez y ligeramente descompensado en boca, tal vez algo falto de redondeo en botella. Sin embargo, el tinto top de la misma bodega -LA CLOTA 2022- ensamblaje de Garnacha Peluda, Merlot y Cabernet Sauvignon con crianza durante 10 meses en roble francés y americano, nos pareció redondo, equilibrado y sabroso, un vino magnífico año tras año y con una excelente relación calidad-precio. Por último, el TEMPORE DERECHERO de Bodegas Tempore (Lécera) monovarietal de esta casta tinta casi extinguida con una crianza de 6 meses en barricas de roble francés, se mostró floral, fresco, ligero, aéreo, moderno, un vino muy especial, casi a medio camino entre una Garnacha de clima frío y una Pinot Noir de clima templado. Bien es verdad que fue más de nuestro agrado la añada anterior -con aquel ataque ligeramente abocado en el primer sorbo- pero al parecer la climatología afecta notablemente a la Derechero. Ventajas e inconvenientes de tener el único vino en el mercado elaborado con esta variedad.
Para continuar, catamos tres tintos más que no conocíamos. ALBADA PARAJE LA CAÑADILLA 2022 de Bodegas Virgen de la Sierra (DO Calatayud) es una Garnacha fina de altura con una pizca de Monastrell y Provechón, fresca, mineral y moderna, todo frutas rojas y hierbas aromáticas, de edición muy limitada. QUERENCIA DESEYA 2022 de Bodegas San Alejandro (DO Calatayud) se elabora íntegramente con Garnacha y entrega en nariz frutas rojas -cerezas, arándanos, guindas- sobre un recuerdo de monte bajo, muy agradable y bien diseñado. Por último, TINAJAS ANTIGUAS 2019 de Bodegas Libre y Salvaje (DO Cariñena) es un ensamblaje de Garnacha y Cariñena con crianza en tinajas de barro durante 24 meses. Frutas rojas, laurel y mina de lapicero, en nuestra opinión algo incómodo y extraño, muy original, pero debemos confesar que dicho material de crianza siempre se nos hace un tanto cuesta arriba. A reevaluar.
Y como broche final, nos dimos la satisfacción de catar los tres tintos monovarietales de más alta gama de Bodegas Enate (DO Somontano), una experiencia que nunca antes habíamos tenido la oportunidad de hacer. Misma añada 2021 para tres magníficos ejemplares de las tres variedades tintas internacionales más reconocidas, con generosas permanencias en barrica. Grosellas negras, eucalipto y minerales en el ENATE SYRAH-SYRAZ, intenso y con taninos aún presentes que se pulirán en botella. Algo parecido le sucede al ENATE CABERNET-CABERNET -frutas negras, mentolados y cacao- con mucha vida en botella por delante. Para terminar, con el ENATE MERLOT-MERLOT se alcanza la plena elegancia, un vino soberbio que recuerda a mermelada de moras y especias.
En resumen, una jornada excelente con una organización magnífica. Esperamos que siente precedente y que esta primera edición haya resultado del agrado de todo el mundo. Por el momento, parece firme la decisión de repetir el evento en Madrid el próximo mes de Octubre. Que se convierta en un referente en el panorama vitivinícola nacional parece sólo cuestión de tiempo.
Vayan desde aquí nuestros mejores deseos para que así sea.