lunes, 1 de diciembre de 2014

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San Millán Crianza 2010


Hace unos años, en nuestra prehistoria como aficionados al vino, tomamos con frecuencia un vino que, por su excelente relación calidad-precio, se convirtió en habitual en nuestra copa. Sin embargo, casi de la noche a la mañana, dejamos de encontrarlo comercializado. En realidad su desaparición de las estanterías donde lo solíamos adquirir llegó precedida de una significativa disminución en sus cualidades organolépticas, así como de la irrupción en el mercado de botellas de añadas atrasadas a precio muy reducido. Ambos factores contribuyeron a que, sencillamente, cayera en el olvido. Parecía evidente que se necesitaba un cambio de rumbo, y éste por fin se ha producido.

Atraídos por su estética setentera, y por qué no decirlo, por un sustancial descuento en su precio, decidimos adquirir unas botellas y dar una segunda oportunidad al San Millán Crianza. A decir verdad, no tenemos la certeza absoluta de cuál es la bodega que lo elabora. Tras una investigación online no demasiado exhaustiva, creemos que está elaborado por Bodegas Bilbaínas (Haro), a la vista de la información obtenida de algunas webs especializadas, y si así fuera, se trataría del segundo vino de esa bodega que probamos, después del Viña Paceta Reserva 2008, cuya reseña puede consultarse aquí.

Detalle de la etiqueta del Crianza 2010
El San Millán Crianza 2010 se presenta en botella bordelesa de color verde, con cápsula roja y corcho natural colmatado de tamaño y calidad adecuados. La etiqueta es de tamaño medio con una estética vintage, y que verdaderamente ha sido uno de los factores que más nos ha atraído y decidido para la compra. En la contraetiqueta figuran datos acerca de la variedad de uva (Tempranillo 100%) así como unas breves notas de cata y maridaje, pero nos llama la atención que el primer idioma que aparezca sea el inglés, dato muy revelador que nos lleva a pensar que estemos ante un vino destinado prioritariamente al mercado exterior y no al nacional.

Reserva, Crianza y Joven. Fuente: web calcco.com


Detalle de la etiqueta. Fuente: web calcco.com


En nuestra búsqueda de información, dimos con la web de una empresa de comunicación y publicidad, la cual al parecer ha sido la responsable del diseño de las etiquetas de este vino y de sus dos hermanos (Reserva y Joven). En esa web consta que deliberadamente se quiso buscar un diseño "similar al de las etiquetas de Rioja de principios de los años 70", que se decidió unificar el diseño para la línea completa de los tres vinos y que se optó por reducir a dos colores de tinta para darle una "imagen más retro". Gran trabajo de los diseñadores. La caligrafía recuerda a la de los colegios religiosos de hace 40 años, los adornos con querubines, los motivos vegetales, las vitolas ornamentales... ineludiblemente nos retrotraen a nuestra infancia. Somos desde luego el claro destinatario (target le llaman en publicidad) de este etiquetado. Y es que conseguir trasladar al consumidor a su infancia más tierna, del modo que sea, casi siempre es motivo de éxito comercial. No hay más que recordar la película "Ratatouille" (2007), y cómo el minicheff protagonista consigue una evaluación satisfactoria del más feroz y antipático crítico gastronómico por medio de un sencillo plato de vegetales.

Poster de la película 


Pero regresemos al presente. El San Millán Crianza 2010 presenta un color rojo cereza de capa media, bonito, limpio y brillante, con escasa lágrima escasamente pigmentada y de caída rápida. En nariz el predominio es total de la fruta roja y negra, con atisbos de madera tostada. En boca resulta muy agradable, sin estridencias. Entrada fácil y taninos mínimamente detectables, breves pero perfectamente integrados. De nuevo más fruta dulce acompañada de vainilla y pan tostado. Nada astringente al paladar. Muy redondo en su conjunto. Postgusto corto pero suficiente.

Un vino muy de nuestro estilo, en la línea de otros crianzas de Haro, como Cvne y Ramón Bilbao, o incluso con similitudes próximas a crianzas de Rioja Alavesa anteriormente catados con gran satisfacción por nuestra parte. El abanico de maridajes es amplísimo, casi inabarcable: ensaladas templadas, foies, carnes, pescados, arroces...

En resumen. Un vino muy versátil en la mesa, fácil de beber y sencillo de disfrutar.

Bienvenido de nuevo a nuestra vinoteca.




Etiquetas: grafismo retro. Fuente: web calcco.com




2 comentarios:

  1. No sabía que te atrajera lo vintage, te daba más por el minimalismo. De todas maneras lo de setentero,...no sé, no sé. Tampoco asocio yo ese "look" a lo setentero; setetero sería si la botella tuviera la base más ancha, tipo pantalones campana,...

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  2. Estupendo trabajo y descripción q hacen q me entren las ganas de conseguirlo y probarlo. Seguro q no le encuentro tantos matices pero en mi escala de "bueno-rico-muy rico" veremos con cuales se codea, jaja...

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