En nuestra anterior visita a Almonacid de la Sierra, se nos quedó en el tintero la que tal vez se trate de la bodega con más proyección internacional, de manera que nos pusimos en contacto con Bodegas Pablo a través de un correo electrónico. Rápidamente obtuvimos respuesta y concretamos una cita para acudir a sus instalaciones y nos demostraron, todo sea dicho, una gran flexibilidad en cuanto a fecha y horario, pues no pusieron inconveniente alguno en recibirnos una calurosa tarde del mes de Agosto.
Un ligero rodeo, con la finalidad de completar la jornada en horario matutino, nos llevó a visitar el Restaurante Bodega El Churro en la localidad de Fuendejalón. No es que nos viniera de camino para ir hasta Almonacid, de ninguna de las maneras, pero la oferta gastronómica al más puro estilo aragonés, la refrescante temperatura de sus comedores subterráneos y el recuerdo juvenil de uno de nosotros, fueron motivos más que suficientes para justificar el trayecto. Por cierto, la comida en absoluto defraudó: generosa, honrada y directa, con raíces puramente aragonesas. Pero regresemos a Almonacid...
Bodega centenaria de la familia Pablo |
Las nuevas instalaciones de Bodegas Pablo se construyeron en 1998, como sustitutas de la antigua bodega-cueva familiar con 250 años de historia en la que iniciaron su andadura y que en la actualidad se encuentra en desuso. El crecimiento empresarial de la bodega ha ido ligado al desarrollo de las técnicas modernas de vinificación, por supuesto sin olvidar el viñedo, verdadera obsesión de la familia Pablo, propietarios y gestores de su exitosa empresa, preparada para elaborar una media de 400.000 botellas al año y con presencia en el mercado internacional en 25 países. Y es que como acostumbra a decir José Pablo, "nadie es profeta en su tierra", ya que tan sólo el 2% de la producción se vende en el mercado nacional.
La superficie de viñedo en propiedad es de unas 100 hectáreas, divididas en dos zonas claramente diferenciadas por altitud y por tipo de suelo. Las vides cultivadas sobre los 500 metros de altitud se asientan en suelos calcáreos con un tipo de piedra conocida como "canalejo", mientras que las que se sitúan más elevadas, hacia los 800 metros, padecen restricciones hídricas y nutritivas asentadas como están en suelos de pizarra, lo cual se traduce en una menor producción por cepa y una mayor concentración de aromas y sabores en dichas uvas. Estas grandes diferencias entre viñedos, determinan que pueda haber hasta dos meses de desfase entre los momentos óptimos de vendimia, siempre manual y laboriosa, en especial si se tiene en cuenta la orografía de alguna de las viñas.
Precioso racimo de Garnacha Blanca |
Garnacha del terreno, entre barricas |
La gama Menguante está integrada por cinco vinos monovarietales. Cuenta con dos Garnachas, uno sin crianza y otro con 8 meses de barrica llamado Menguante Garnacha Selección. Existe un semicrianza, Menguante Tempranillo Roble con un breve paso de 3 meses por barrica y finalmente dos monovarietales más, en nuestra opinión los más interesantes por su exclusividad y rareza.
Viñedo de Garnacha Blanca |
El Menguante Garnacha Blanca se elabora únicamente con esta uva blanca olvidada hasta hace unos años, pero que en la actualidad se encuentra en franca expansión. Tuvimos la oportunidad de visitar el viñedo del que se obtienen la uvas que más adelante se convierten en este vino aromático y atractivo, un viñedo con doble orientación que tiene la peculiaridad de estar plantado "al tresbolillo", con las vides equidistantes unas de otras formando triángulos equiláteros que permiten el laboreo de la tierra tanto en un sentido como en el otro, realizado hoy en día con un pequeño tractor-oruga en sustitución de la caballería empleada antaño. Con un bajo rendimiento de 250gr por cepa, rodeado de plantas de espliego y manzanilla, endrinos y un precioso pinar, se persigue la máxima concentración de aromas y todo ello se trasmite al vino. Es un vino aromático y fresco incluso en nariz, jugosamente ácido y muy gastronómico, no sólo con pescados sino también con carnes blancas y foie.
El Menguante Vidadillo resulta de entrada un tanto desconcertante, no por culpa del vino sino más bien por nuestra propia falta de costumbre. Nuestra memoria olfativa a priori no es capaz de clasificar sus aromas, porque en realidad, no se parece a nada conocido. Cuesta un tiempo adaptarse, pero bien vale la pena esa espera. Conocida años atrás como "garnacha de grano gordo", se trata de una variedad muy antigua, de ciclo largo, muy vigorosa que da vinos aromáticos de capa alta, tanicidad media, notable acidez y bajo contenido alcohólico. Vilipendiada por muchos, pues se hablaba de ella despectivamente como "vinagrillo", la clave para elaborar vinos con esa uva es el trabajo en el campo: podas agresivas en verde que aseguren bajas producciones de unos 500gr por cepa son la garantía para obtener unas bayas maduras y concentradas. Su elevado contenido en ácido málico obliga a realizar fermentación maloláctica, para poder obtener esos curiosos aromas lácteos y frutales que aparecen en nariz, adornados por sutiles tostados y especiados procedentes de su crianza en barrica. Evoluciona muy bien en la copa y su elegancia nos conquistó al cabo de un rato, con su sabrosa acidez y sus aromas de fruta madura.
Vinos como los dos últimos representan la vanguardia de lo que en nuestra opinión debería ser la DOp. Cariñena. La recuperación de estas variedades autóctonas casi desaparecidas tendría que convertirse en el factor diferenciador de esta zona vitivinícola que, a pesar de contar con la mayor superficie de viñedo de todo Aragón, parece divagar a la hora de tomar algunas decisiones administrativas.
NOTA:
Vinos como los dos últimos representan la vanguardia de lo que en nuestra opinión debería ser la DOp. Cariñena. La recuperación de estas variedades autóctonas casi desaparecidas tendría que convertirse en el factor diferenciador de esta zona vitivinícola que, a pesar de contar con la mayor superficie de viñedo de todo Aragón, parece divagar a la hora de tomar algunas decisiones administrativas.
Exterior de Bodegas Pablo. Fuente: almonaciddelasierra.es |
NOTA:
Queremos hacer llegar nuestro agradecimiento a José Pablo y a Guillermo Rodriguez, por todas las atenciones que nos dispensaron durante la visita: las explicaciones en la bodega, el paseo por el viñedo y la prolongada cata. Inmejorable...
Ver un viñedo viejo plantado al tresbolillo es difícil volver a verlo. Tremenda bodega¡¡¡¡¡
ResponderEliminarPues nosotros ya lo hemos visto dos veces...
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