miércoles, 9 de diciembre de 2020

> Navascués, el apellido del vino



La familia Navascués es sinónimo de la elaboración de vinos de calidad desde hace medio siglo en Aragón, más o menos la época en que Jesús Navascués decidió abandonar su Fuendejalón natal para cursar estudios de enología en Utiel-Requena. Y no le fue nada mal su estancia por aquellas tierras, pues regresó con su título de enólogo en el bolsillo y felizmente casado. Cariñena fue el lugar elegido por la pareja para iniciar su vida en común y la actividad profesional de Jesús como asesor de varias bodegas en numerosos lugares de España. A los años nacieron sus hijos -Mariano y Jorge- cuyas carreras profesionales han seguido los firmes pasos de su padre y también de su abuelo.

Con Mariano Navascués (izda) Dic. 2018
Con Mariano Navascués (izda) Diciembre 2018

De Mariano Navascués podría decirse que es como una navaja suiza, un profesional multiusos al que todos querríamos tener a mano. Presentador de televisión, comunicador, articulista, diseñador de campañas de promoción y muchas cosas más, desarrolla su principal actividad en el campo de la comunicación aunque no pierde de vista sus orígenes bien enraizados con el mundo del vino, algo imposible de olvidar si eres hermano, hijo y nieto de enólogos. Mariano tiene la deliciosa habilidad de conseguir en segundos que alguien a quien le acaban de presentar tenga la sensación de conocerlo de toda la vida. Y lo afirmamos sin miedo a equivocarnos, porque es exactamente lo que nos sucedió el primer día en que coincidimos. Su cercanía, su fluida conversación y su indudable encanto conquistan a cualquier interlocutor. Con Mariano hemos compartido agradables charlas y un indeterminado número de botellas de vino en el curso de unas cuantas catas y eventos. También le estamos más que agradecidos por haber contado con nosotros para alguna colaboración televisiva y por convertirse en el nexo de unión que nos ha abierto las puertas de algún que otro medio de prensa escrita especializada. Medio en broma, medio en serio y recordando la letra de aquel bolero, si Mariano Navascués nos dice ven, lo dejamos todo...

Jorge Navascués entre barricas

Su hermano Jorge estudió enología y tomó el relevo de su padre con quien trabajó en la asesoría de numerosas bodegas en Aragón y en otras regiones. En la actualidad su actividad profesional está centrada en la dirección técnica de dos bodegas pertenecientes al grupo CVNE, Viñedos del Contino en DOc. Rioja y Virgen del Galir en DO. Valdeorras. No obstante, la verdadera pasión de Jorge -convencido defensor del potencial vitivinícola aragonés y particularmente de la DO. Cariñena donde tantas vendimias lleva a sus espaldas- siempre ha sido elaborar sus propios vinos con las variedades de uva autóctonas de esta zona. Lleva varios años trabajando en ese sentido, aunque los inconvenientes que conlleva no disponer de bodega ni de viñedo en propiedad, le han supuesto alguna traba en el pasado. Su buena reputación y sus magníficas relaciones personales con todo el mundo del vino parecen estar despejando esas dudas, porque de unos años a esta parte, para cualquier viticultor es un honor que con sus uvas elabore Jorge Navascués alguno de sus vinos.

Vinos de Jorge Navascués

Cutio y Mancuso son los dos proyectos en que se agrupan los vinos de Jorge Navascués. El primero de ellos, con ese vocablo aragonés que significa "para siempre", son sus dos vinos de entrada de gama. Un blanco y un tinto, ambos sin crianza, se elaboran con castas tan apegadas al viñedo aragonés como la Macabeo, la Garnacha y la Cariñena. Recientemente ha sido modificada su presentación en botella y su etiqueta, mucho más borgoñona y comercial, aunque a nosotros nos gustaba la anterior, quizás por lo que tenía de significado. Ambos son vinos de una inmejorable relación calidad/precio y el buen hacer profesional de Jorge garantiza un excelente producto final. Por el contrario, Mancuso representa un nivel superior. Hasta la fecha agrupa cuatro vinos, todos ellos monovarietales, elaborados con las mismas variedades de uva señaladas con anterioridad. De presentación imponente, etiqueta limpia y atractiva, botella borgoñona, corcho natural de gran calidad y lacradas a mano. Al margen de estos dos catálogos, ha sido la voluntad de Jorge la elaboración de un vino que hiciera honor a la tierra de su madre. Así ha visto la luz La Pinada, un monovarietal de Bobal elaborado en Utiel-Requena del que la 2018 ha sido la primera añada.


Tuvimos el privilegio de ser invitados a una cata privada de todas estas joyas, realizada además en la propia bodega en que son elaboradas y dirigida ex aequo por ambos hermanos Navascués. Detallaremos a continuación nuestras notas de cata.


CUTIO BLANCO 2018
100% Macabeo. Flores blancas, manzana y piña madura. Hinojo y anís estrellado. Recuerdos de hierbas aromáticas y crema pastelera. Mineral y sabroso. Noble acidez. Un vino directo y un excelente representante de los macabeos aragoneses, en ocasiones algo acomplejados por otros cepajes extranjeros.

Etiqueta anterior del Cutio Tinto

CUTIO TINTO 2018
Garnacha y Cariñena en proporciones desconocidas. Bienvenida de fruta roja y continuación de frutas negra, con recuerdos vegetales. Regaliz rojo. Especiados, pimienta negra y café con leche. Final medio. Más complejo que en añadas previas aunque igual de franco en su paso por boca.



MANCUSO 2018
100% Garnacha. Elaborado a la antigua usanza en depósitos de hormigón, de ahí el color gris de su etiqueta. Fruta roja y monte bajo. Equilibrado y redondo. Un vino sincero y honesto, que representa a los vinos tradicionales de Almonacid de la Sierra. Un recuerdo a los vinos que se destinaban al autoconsumo en cada familia y que se elaboraban en alguna de las 200 bodegas subterráneas que llegó a haber en la localidad, muy parecidas a la que en la actualidad utiliza Jorge para elaborar y criar sus vinos.


MAS DE MANCUSO MACABEO 2016
100% Macabeo. Flores marchitas, manzanas asadas y mieles sobre un fondo de ebanistería. Algún recuerdo de crianza, de trabajo sobre lías o ambas cosas. Estructurado y elegante. Un blanco de categoría y que a pesar de su edad conserva una generosa carga frutal y una acidez fresca y amable. 

MAS DE MANCUSO GARNACHA 2017
100% Garnacha. Fruta roja y negra. Lácticos y especias. Fino y elegante en boca. Estupendo ahora mismo, pero prometedor en su evolución.


MAS DE MANCUSO GARNACHA 2016
100% Garnacha. Fruta negra acompotada, mermelada de ciruelas y chocolate con leche. Algo licoroso, recuerda a los bombones Mon Cheri. En un excelente momento.

MAS DE MANCUSO CARIÑENA 2018
100% Cariñena. Fruta roja y mentolados. Fondo vegetal. Carnoso y frutal. Acidez y astringencia presentes. Sorprendente por su amabilidad en paso por boca, más aún teniendo en cuenta su juventud y que no ha sido sometido a crianza en roble. Probablemente el mejor y más equilibrado monovarietal de Cariñena que hayamos catado. Para no perderlo de vista.


LA PINADA 2018
100% Bobal. Frutas rojas, flores azules y café con leche. Marcada acidez y astringencia notable. Delgado en boca. Ligero amargor final. Alejado de nuestros gustos, aunque tenemos la certeza de que Jorge conseguirá más pronto que tarde desentrañar los secretos de esta difícil variedad de uva mediterránea.

Interior de una bodega tradicional de Almonacid

Poco más se puede añadir, aparte de reiterar nuestro agradecimiento por haber sido partícipes de esta cata privada. Seguiremos con gran interés el impecable trabajo de Jorge Navascués de ahora en adelante, quizás uno de los mejores enólogos aragoneses en el panorama actual. Nadie está en mejor disposición para transmitir su proyecto que el propio elaborador y la permeabilidad de quien le escucha es aún mayor -como fue el caso- si las explicaciones se realizan en el corazón de la propia bodega. 

Sin embargo, todo este esfuerzo desconocido de elaboradores que se empeñan en darle valor a territorios ignorados, merece ser difundido. Y en el desempeño de esa labor de difusión, será el momento en que si Mariano Navascués "nos dice ven", lo dejaremos todo...