Iniciamos
esta serie de artículos sobre los crianzas de Rioja Alavesa con el Jaun de Alzate 2009 de Bodegas Loli Casado de la localidad de Lapuebla
de Labarca.
Nuestras
expectativas acerca de este vino no eran excesivas, más aún teniendo en cuenta
nuestro más absoluto desconocimiento sobre la bodega e incluso sobre la
localidad de origen. Dejándonos llevar por el instinto y guiados únicamente por
nuestros gustos más clásicos en lo estético, nos dejamos seducir por la
sobriedad de la etiqueta. El tipo de letra, el escudo heráldico y el color
plateado fueron unos atrayentes reclamos visuales, a los que no nos pudimos
resistir. El sello del galardón recientemente obtenido en la ciudad de Bruselas
por este vino en el Concurso Mundial se nos antojó como definitivo a la hora de
seleccionarlo entre muchos otros crianzas igualmente desconocidos para
nosotros.
Bodegas
Loli Casado es una empresa familiar creada hace 75 años y dispone de 25 hectáreas de viñedo
propio repartido en 6 parcelas, principalmente de la variedad tempranillo, pero
también de otras variedades autóctonas (mazuelo, graciano y viura).
Comercializa además de la gama de tintos Jaun
de Alzate otra línea más novedosa denominada Polus, que incluye vinos monovarietales, vinos de autor y un blanco
semidulce.
Tras
el descorche de nuestra botella de Jaun
de Alzate Crianza 2009, evitando deliberadamente prestar atención, en
nuestra opinión, al excesivamente familiar nombre de la bodega, nos fijamos en
otros detalles favorables, como la calidad de la cápsula y de la botella, muy
superiores a lo esperado. Mención especial merece el corcho, de origen natural
y con sus casi 5
centímetros de longitud, algo verdaderamente inusual en
un crianza.
Cata y maridaje
Color
rojo picota con ribetes violáceos, algo poco habitual en vinos riojanos,
denominación donde suelen predominar los ribetes de color teja o anaranjado,
sobre todo en los reservas, pero también en algunos crianzas. Ligera falta de
transparencia y presencia de leves sedimentos, quizás debido al método de
producción sin filtrado, indicativo de una elaboración bastante tradicional y
poco mecanizada.
En
nariz se trata de un vino casi inerte a copa parada. Se aprecian frutillos
negros (moras) y regaliz. Apertura bastante lenta, que deja finalmente paso a
una moderada cantidad de madera.
Ligeramente especiado, muy agradable. Sin embargo muestra una escasa amplitud
del abanico de aromas.
En
boca presenta inicialmente un punto de viveza, como a fruta madura. Más tarde
se aprecian cueros y tostados. Importante grado de astringencia, alto contenido
en balsámicos y taninos, tal vez vinculado a la presencia de variedades de uva
distintas del tempranillo (5% mazuelo, 5% graciano). Nos recordó a la garnacha
o al syrah.. Retrogusto corto, poco persistente. Perdura por encima de todo la
sensación de astringencia, característica a nuestro entender, poco agradable.
Más adelante explicaremos su origen y demostraremos que no se trata de un
defecto, sino más bien de una característica deliberadamente buscada.
El
maridaje con carnes, quesos curados e incluso arroces de marisco y pescado
resultó bastante satisfactorio.
Delestage: amigo y
enemigo
Una
rápida lectura de la contraetiqueta introdujo un vocablo para nosotros
desconocido: delestage. De modo que
nos pusimos a buscar información. El
gran aprecio que en los últimos años están teniendo los vinos con mucho color y
un alto componente de polifenoles está
contribuyendo a que cobre gran importancia la maceración y a que a las técnicas
de maceración tradicionales, como por ejemplo el
remontado, se unan otras nuevas como el delestage. La gran diferencia entre estos dos
métodos macerativos es la siguiente: mientras que en el remontado el bombeo del
mosto es continuo desde la base del depósito a la parte superior donde se
acumulan semillas y pieles de la uva (sombrero), en el delestage el depósito de fermentación se vacía por completo,
dejando solamente el sombrero en el fondo del mismo, para posteriormente verter
el mosto con cierta fuerza, logrando así una mayor capacidad de extracción de
taninos y un color más intenso en el producto final..
Como
cabe esperar, esta técnica tiene algún inconveniente. El principal es el aporte
final al vino de un poco más de amargor y sensaciones herbáceas, lo cual se
traduce en una mayor sequedad y astringencia. Estamos absolutamente seguros de
que el enólogo de la bodega es perfectamente consciente de todo ello, por lo
que podemos concluir que las características organolépticas del vino son
exactamente las deseadas y que la astringencia en boca no puede por tanto ser
considerada un defecto.
Conclusiones
Estamos
ante un vino bien ensamblado, el cual a pesar de no destacar por nada en concreto,
tampoco presenta defectos evidentes. Su relación calidad/precio no nos parece
del todo favorable. Por un poco más preferimos por ejemplo, aunque sea de Rioja
Alta, un Crianza Ramón Bilbao, y por
un poco menos… muchos otros.
Cerramos
aquí la primera de las catas de crianzas de Rioja Alavesa. Como neófitos que
somos, iremos descubriendo en sucesivos artículos nuevos vinos, nuevas bodegas,
nuevas variedades de uva, nuevas técnicas de producción. ¡Cuánto nos queda por
aprender!
No hay comentarios:
Publicar un comentario