domingo, 7 de marzo de 2021

> Vinos bastardos, parecidos razonables


Confirmados o bajo sospecha, no hay casa real en Europa que se libre del estigma que para el prestigio de la institución supone la presencia de un hijo ilegítimo. Los conocidos con el delicado eufemismo de "hijos naturales" han sido, son y probablemente serán uno de los principales quebraderos de cabeza para las monarquías que todavía subsisten en el Viejo Continente. Claro está que en la actualidad este asunto tan espinoso recibe un trato diferente al que se le daba hace siglos, cuando al incómodo vástago -fruto casi siempre de una relación extramarital y adúltera por parte del rey, cuando no incluso delictiva o inmoral- se le destinaba a la carrera eclesiástica con la deliberada intención de dificultarle sus ansias sucesorias. Aunque no todos corrieron la misma suerte, de manera que algunos llegaron a convertirse en obispos mientras que otros menos afortunados fueron encerrados en monasterios y olvidados hasta el fin de su días. Sin embargo, algunos de estos bastardos -término que a día de hoy puede considerarse peyorativo pero que en aquel entonces se empleaba como mera descripción- fueron llamados a desempeñar papeles importantes en la historia de sus respectivos países, gozando de la confianza y el respeto de su padre incluso más que los propios hijos legítimos, estos últimos quizás demasiado interesados en ocupar el trono de su progenitor.



Los retratos realizados por los pintores de la corte se han encargado de trasladar hasta nuestros días las imágenes de algunos de aquellos hijos ilegítimos y los parecidos físicos son indudables. En la actualidad las comparaciones resultan aún más sencillas. Gracias a la labor de la prensa gráfica y a la accesibilidad de internet, no hay monarquía que se libre del rumor, infundado o no, de los hijos ilegítimos de tal o cual monarca. Son cada vez más habituales las demandas presentadas por estos hijos naturales, aunque rara vez se llega hasta el final de ese tortuoso y desagradable camino judicial, solventándose el asunto por la vía del reconocimiento en privado apoyado por alguna jugosa retribución económica, todo ello convenientemente firmado y rubricado para impedir molestias de índole legal en el futuro.



No sólo en el ámbito regio suceden tales hechos, similares situaciones se repiten con cantantes, toreros y artistas de prestigio en general. Incluso en el mundo del vino se podría hablar de vinos bastardos, vinos que son hijos ilegítimos de alguna bodega. ¿A qué nos referimos exactamente? Estamos hablando de esos vinos que por motivos económicos se ponen a la venta a un precio muy reducido, casi siempre en grandes superficies y cadenas de supermercados. Algunas bodegas -las más pudorosas- ocultan su autoría detrás de un enigmático número de registro, las más valientes -o descaradas- en cambio no dudan en firmar con su nombre en la etiqueta. Algunos de estos vinos han sido elaborados expresamente para ello, aplicando reducciones en los costes de elaboración, de comercialización y de embotellado, siendo en realidad vinos diferentes a los que la bodega distribuye por sus canales minoristas. Sin embargo, hay algunas bodegas -casi siempre grandes, con excedentes de producción- que sin rubor alguno, comercializan con un sencillo cambio de etiqueta un mismo vino a precios muy dispares. Estos son los auténticos vinos bastardos, hermanos separados al nacer y que han tenido destinos bien distintos, noble y altivo uno de ellos, sencillo y humilde el otro. Básicamente hablamos de vinos muy parecidos, envueltos en ropajes diferentes, pero que en cata comparada dejan poco lugar para las dudas.


MAR DE UVAS GEWÜRZTRAMINER 2020
100% Gewürztraminer con 4 meses de crianza en barrica de roble francés. Bodega Sommos (Barbastro, Huesca). DO. Somontano. Amarillo dorado medio, ligeramente evolucionado. Más floral que frutal, aunque algo eclipsado por las notas de crianza. Flores secas y caramelos de café con leche. Menos voluminoso de lo esperado, más bien delgado y lineal, aunque sabroso y especiado. Menos expresivo y aromático que su hermano. Algo cálido en boca, quizás resulta un poco descompensado en alcohol a pesar de su marcada acidez. Ligero amargor final que le aporta longitud. 



GEWÜRZTRAMINER COLECCIÓN 2019
100% Gewürztraminer con 4 meses de crianza en barrica de roble francés. Bodega Sommos (Barbastro, Huesca). DO. Somontano. Amarillo dorado de capa baja. Floral y perfumado. Rosas, jazmines y clavelinas desecadas. Peras en almíbar y mantequilla. Acidez media, con recuerdo a cáscara de cítricos. Graso, meloso y untuoso. Persistente, largo y complejo. Tal vez el menos varietal de los excelentes Gewürztraminer que proporciona la DO. Somontano pero quizás el más gastronómico y elegante de todos ellos.

No nos da la sensación de que se trate ni mucho menos del mismo vino. Más bien parece una readaptación durante la elaboración para conseguir canalizar por otra vía comercial menos especializada -probablemente también menos exigente- la ingente cantidad de litros de vino que durante el difícil año 2020 no se ha conseguido sacar de la bodega. Asistiremos sin duda a lanzamientos comerciales similares y no nos debe extrañar que sea así. Estos vinos bastardos se pueden convertir en una oportunidad para introducir producto en nuevos nichos de mercado o incluso la puerta de entrada para consumidores noveles con inquietud por probar cosas diferentes, pero más bien poco dispuestos a pagar lo que habitualmente cuestan los vinos originales de noble cuna.

Vinos legítimos y vinos bastardos, con sus diferencias y sus parecidos razonables.


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